La Universidad Nacional de San Antonio de Areco adhirió ayer al comunicado del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) llamando a defender la educación pública. Lo hizo en una sesión extraordinaria de su Consejo Superior, en simultáneo con las 57 universidades públicas del resto del país.

Participaron docentes, no docentes, autoridades, estudiantes, personal y representantes de las asociaciones gremiales de la universidad. Se leyó el documento publicado por el CIN y hubo intervenciones de diversos actores de la UNSADA, que aprobaron la medida por unanimidad.

“En este contexto en el que escuchamos cuestionamientos a la Educación Pública y las Universidades, el documento pone en claro las funciones sustantivas de la Universidad, de las cuales la UNSAdA puede dar cuenta cabal del impacto que tiene en el territorio para el desarrollo de las comunidades y como herramienta de equiparación y movilidad social ascendente de las personas”, aseguró Silvina Sansarricq, vicerrectora de la universidad.

El alumno Walter Quispe afirmó que “desde que la UNSADA abrió sus puertas allá por el año 2017, permitió a muchas personas ser el primer o primera universitaria de la familia, como es mi caso y el de la mayoría de mis compañeros y compañeras. Fuimos protagonistas y también testigos de cómo la UNSAdA fue transformando esas realidades. Y por este motivo, nos comprometemos día a día en la construcción de esta universidad que es pública y gratuita,  de calidad y con compromiso con la región”.

El rector de la universidad, Jerónimo Ainchil, concluyó la sesión expresando que “la única salida para este país es con más educación, formación y solidaridad, ya que “todos los problemas son de Educación”, tal como ya hemos repetido, reforzando una política que en Argentina tiene más de 100 años. Lo dijimos varias veces pero es importante reafirmarlo hoy, cuando las 57 universidades públicas de la Argentina están leyendo y adhiriendo en este mismo momento, este documento, en una señal clara a la comunidad y a los dirigentes que se enfrentan a las próximas elecciones, de seguir trabajando para asegurarnos que este derecho esté garantizado como política pública para siempre”.

El comunicado completo:

“Sin dudas, las universidades públicas argentinas transforman las vidas de las personas, de sus familias y de las comunidades en las que se asientan. En los laboratorios, las bibliotecas y los talleres de las universidades se generan la ciencia, la tecnología y el arte para desarrollar áreas estratégicas del país. En las aulas de las universidades se construye libremente el conocimiento que enriquece los acuerdos y debates de la Argentina del presente y del futuro.

Las universidades públicas argentinas estuvieron siempre. En los momentos de crecimiento y en las crisis. A pesar de estos vaivenes, en los últimos 40 años, desde el retorno de la democracia a la Argentina, el sistema universitario se expandió como nunca: hay una o más universidades en todas las provincias. De los 300.000 estudiantes universitarios en 1983 se pasó a más de 2.000.000 en 2023. Las empresas, el sector público y las organizaciones de la sociedad civil, de la Argentina y del mundo, saben que un/a universitario/a argentino/a es un/a profesional bien formado/a, en lo disciplinar y en lo ético.

La expansión y consolidación del sistema universitario público permiten afirmar que, en estos 40 años de democracia, las universidades públicas han sido un claro ejemplo de institucionalidad, construcción democrática, destacada formación profesional con conciencia crítica y compromiso social y respeto por los derechos humanos. En la Argentina todos los sectores vinculados al desarrollo humano y productivo incluyen investigación básica y aplicada generada en las universidades. En las escuelas, en los hospitales, en las fábricas, en los comercios, en el campo, en los escenarios, en el mar, en el espacio, en cada casa: las y los profesionales, el conocimiento, el arte y la tecnología que salen de las universidades están en todos lados y son parte de la vida cotidiana de los 47.000.000 de argentinos y argentinas.

Es ético, tiene sentido. En las universidades públicas, diversas, heterogéneas, hoy se generan las condiciones para comprender y formar parte de un mundo cada vez más complejo, en el que el conocimiento se ha constituido como el principal vector de cambios y transformaciones, representando un factor de desarrollo en sí mismo. A la soja, al litio y a Vaca Muerta hay que agregarle conocimiento para exportar valor agregado. Es la educación superior de calidad la que producirá más desarrollo en la Argentina.

Las universidades consolidaron, además, un sistema de producción de conocimiento y de ciencia que excede a sus actores. No importa quién es el rector o rectora, no importa la orientación política de sus centros de estudiantes: son instituciones democráticas, autónomas, plurales que se proyectan hacia el futuro asumiendo su responsabilidad social y reconociendo las necesidades de la comunidad. Donde el cogobierno nos invita al diálogo, al respeto y a comprender que muchas veces la solución la aporta el otro.

Las universidades públicas, como lo demostraron en estos últimos años, por ejemplo frente a una pandemia a escala global, presentan altos niveles de interacción interinstitucional y con todos los sectores de la sociedad. Son, además, muy efectivas en inducir un alto nivel de productividad para resolver problemas, generando respuestas originales e innovadoras.

Las universidades públicas no defienden intereses corporativos y están todo el tiempo siendo evaluadas. Sus principales evaluadores son sus destinatarios más directos: las y los estudiantes que las eligen. Sosteniendo los principios que lo hicieron valioso en Argentina y en el mundo, el sistema universitario inició un proceso de transformación que tiene al estudiante en el centro: adecuación de las carreras, titulaciones intermedias, modalidad de cursada híbrida, formaciones profesionales acordes las necesidades territoriales y sistemas de créditos que facilitan la trayectoria del estudiante. Sin resignar, en ningún caso, la calidad en la enseñanza. No se trata de un proyecto para implementar en el futuro: ya está ocurriendo.

Consolidando lo construido, transformando el presente y el futuro, comprometidas con las necesidades del país y sus posibilidades de desarrollo, las universidades públicas queremos una Argentina con más educación pública de calidad, sin aranceles que expulsen a estudiantes ni políticas educativas mercantilistas que piensen en la educación como un bien transable, que condene al país a una mayor desigualdad y exclusión de amplios sectores sociales.

Es con más becas y no con «vouchers». Es con más universidades públicas y no con aranceles. Es con más carreras acordes a las necesidades de las y los estudiantes y no con menos carreras solo para quienes puedan pagarlas. Es con más científicas y científicos investigando y no con laboratorios vacíos. Es con más educación universitaria pública, con más conocimiento, con más ciencia y con más arte como la Argentina encontrará la senda del desarrollo permanente.

Es con más Estado, eficiente y bien gestionado, y no es por nosotras y nosotros, es por las generaciones que vienen, para que tengan las mismas oportunidades que tuvimos gracias a una política de Estado que las y los universitarias y universitarios proponemos sostener.

Consejo Interuniversitario Nacional

14 de noviembre de 2023”

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