El Río Areco sigue presentando un estado preocupante. Aguas arriba, más allá del puente del puente de las vías del Ferrocarril Mitre, a la altura del conocido Paso de las Carretas, el río (que parece correr lento, como si estuviera estancando) es de color verde fosforescente, con una gruesa capa de cianobacterias, mal oliente y con una gran cantidad de peces muertos.

Este panorama se repite desde la Navidad del año pasado, cuando luego de una lluvia importante (más de 100 mm tras una pronunciada sequía) estas cianobacterias se acumularon en las inmediaciones del Puente Viejo modificando el paisaje tradicional de una manera exótica. Sin exagerar, esas imágenes recorrieron el mundo entero causando el asombro de propios y extraños ante lo que tenían frente a sus ojos.

De esta situación pasaron más de dos meses pero todavía no hay respuestas del Municipio en general ni de la Dirección de Ambiente en particular ante los reclamos de los vecinos que siguen con atención un problema que se prolonga demasiado en el tiempo. Aunque sí varios funcionarios  salieron con prontitud para negar que en este fenómeno, al que catalogaron de natural, tuviera incidencia la mano del hombre, sobre todo con los métodos y los insumos químicos utilizados en la producción agropecuaria en las zonas aledañas al curso de agua, argumentos que posteriormente fueron refutados por varios especialistas.

La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires implementó un cianosemáforo y junto a la prohibición de bañarse estableció parámetros precisos para evaluar la calidad del agua en todas las cuencas bonaerenses. Este sistema necesita de un monitoreo constante para su actualización y de una información pública permanente que la Municipalidad no realiza porque el río se “fue despejando” de estos microorganismos frente a los clubes de la ribera y del ámbito urbano de San Antonio de Areco a pesar de que  aguas arribas la realidad sigue siendo muy complicada, tal cual como lo expresa el video que acompaña este artículo.

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