En el verano de 1910 el Intendente Raúl Laplacette y el sacerdote Elías Gaffier (párroco de la iglesia San Antonio de Padua) promovieron la creación de la banda municipal de música, iniciaron una campaña de contribución de fondos y con los 800 pesos que recaudaron compraron los primeros instrumentos.

Inicialmente el director de la banda fue Antonio Comestoni pero luego fue reemplazado por José Flores, el de más extensa actuación en el cargo, y posteriormente por Máximo Selvetti.

Los integrantes de esta banda eran vecinos del pueblo, carpinteros, herreros, artesanos, zingueros, pintores, jardineros, empleados municipales y excelentes músicos que jueves y  domingo tocaban bajo una luz mortecina en el molino de viento del jardín central de la Plaza Arellano y más tarde en la rotonda de esta plaza principal que fue inaugurada en noviembre de 1924.

Entre los músicos, que cobraban un salario y que desde la reforma del edificio de la antigua municipalidad (concretada a principios de la década de 1920) disponían allí de una sala propia para ensayos y guardar los instrumentos, figuraban: Genaro Flores, Francisco Soligón, Pablo Pelossi, Elias Devan, Nelio Giovanetti, Luis Godar, Francisco Pannuncio, Rodolfo Juárez, Aquiles Tocarello, Bartolo Gómez, Francisco y Vicente Vivot, Faustino Francischelli, Juan Cordoni, Dino Scesa, Oscar y Juan Carlos Pelossi y Ángel Del Castello.

La banda también participaba de las fiestas patrias y kermeses y estuvo presente en los grandes acontecimientos de la época: la inauguración de la Plaza de Deportes Enrique Fitte (en 1922), la visita del gobernador José Luis Cantilo (en 1924) y en el monolito homenaje a Ricardo Güiraldes, ubicado al pie del Puente Viejo, cuya reunión inaugural realizada el 12 de octubre de 1929 fue una verdadera fiesta popular.

En su amplio repertorio se encontraban trazos sinfónicos, marchas militares, aires patrióticos, valses, tonadas, pasos dobles y desde 1915 incorporaron los primeros tangos.

A mediados los años 20 la banda municipal también tocaba los martes a la nochecita en la Plaza Belgrano.

En marzo de 1932 el Intendente Felipe Llamosas disolvió la banda por problemas económico de la municipalidad para afrontar el pago del salario de los músicos, que durante bastante tiempo habían reclamado para que se cumpliera con su retribución que rondaba los 30 pesos mensuales.

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