Ayer, Unidos y Villa Manchi empataron 1 a 1 en un cotejo correspondiente a la tercera fecha del Torneo Apertura que se disputó bajó una persistente lluvia.
El cuadro aurinegro buscó más, estuvo más cerca y mereció quedarse con la victoria en un partido intenso que tuvo un cierre altamente emotivo porque el conjunto de San Andrés de Giles, con 10 hombres por la expulsión del zaguero Thiago Moreira, se aferró con uñas y dientes a la igualdad y Unidos dispuso de cuatro tiros libres desde una posición muy favorable que no pudo transformar en gol por muy poco.
El equipo que dirige Miguel Ángel López fue pujante, dinámico, luchador y tuvo cierta dosis de habilidad en los zurdos Cristian Rodríguez y Cuca Díaz, que se tiraban atrás para aprovisionarse de la pelota y arrancar armados en poder del balón aunque el arco de Gonzalo Rubio les quedaba muy lejos.
José Aquino, desbordante de temperamento, empujó desde el fondo mientras que los muy aplicados Laureano Puebla, Brian Cufré (que cubrió el lateral izquierdo) y sobre todo Jorge Otazo (un verdadero gladiador dueño de una voluntad inquebrantable) ajustaban la marca de Juan Arévalo y del inquieto y peligroso Juan Palazón, que le trajo algunos problemas a la estructura defensiva del elenco de la calle Sarmiento.
La presencia del canoso Santiago Lobos le dio orden y pausa a un mediocampo pasado de revoluciones comandado por el incansable Franco Fiorda, que no paró de correr un minuto en un campo de juego rápido y mojado. Pero más allá del esfuerzo elogiable y de las gambetas de los ya mencionados Rodríguez y Díaz, a Unidos le faltó una mayor cuota de profundidad durante la primera etapa.
En el complemento levantó mucho su rendimiento Marcelo Aguirre, que lastimó con sus incursiones por izquierda, y el ingreso del corpulento Matías Gómez (entró por Díaz) le dio otro peso a la ofensiva del cuadro aurinegro que se convirtió en un dominador neto de un encuentro vibrante porque Villa Manchi se afirmó en la retaguardia apoyado en la experiencia de sus zagueros centrales, Marcos Olace y Fabricio Paganini, que luego fue reemplazado por Jonatán Bava y en el oficio del golero Rubio, a quien la pelota embarrada le jugó una mala pasada a los 28 minutos ante un tiro de larguísima distancia de Aquino que terminó en el 1 a 0 parcial.
El visitante, cuando pudo, mostró una saludable intención de tratar bien la pelota con la movilidad de Palazón, el despliegue de energías del volante Felipe Arguello, el apoyo del lateral Moreira y las apariciones aislada por las bandas de Jonatán Gauna, que a los 42 minutos marcó el empate de penal con un fuerte remate cruzado.
Sin dudas que Unidos se quedó con un sabor amargo y con gusto a poco por la igualdad porque hizo méritos de sobra, principalmente en las segunda etapa, llevarse los tres puntos, pero de todas maneras su estilo lleno de vitalidad y entusiasmo, vertiginoso y vertical le permite mantenerse invicto en el comienzo de un certamen largo y con mucho camino por recorrer todavía.
Unidos: Andrés García (5); Laureano Puebla (6), José Aquino (7), Jorge Otazo (7) y Brian Cufré (6); Luciano Aragone (6) (más tarde Martín Córdoba 6), Franco Fiorda (7), Santiago Lobos (6) y Marcelo Aguirre (7); Cuca Díaz (6) (reemplazado por Matías Gómez 7) y Cristian Rodríguez (6). DT: Miguel Ángel López.
Villa Manchi: Gonzalo Rubio (6); Thiago Moreira (6), Marcos Olace (7), Fabricio Paganini (6) (sustituido por Jonatán Bava) y Diego Godoy (6); Jonatán Gauna (6), Felipe Arguello (6), Lautaro Duré (5) (reemplazado por Isaías Ibáñez) y Franco Vivas (6); Juan Palazón (7) y Juan Arévalo (5) (más tarde Franco Miño). DT: Jorge Gamarra.
Goles: 73’ Aquino (U) y 87’ Gauna (VM) de penal.
Juez: Walter López.
Expulsado: 77’ Moreira (VM).
Público: 80 espectadores.
La Figura: Jorge Otazo (7) de Unidos.