Anoche, River Plate y Capilla empataron 1 a 1 en el cierre de la larga y lluviosa jornada disputada en el centenario estadio Enrique Fitte.

El equipo que dirige Luis Lanzone no solo sumó el primer punto en lo que va del Torneo Apertura sino que también mejoró la imagen futbolística que había dejado en sus dos presentaciones anteriores y se mostró como un conjunto más ordenado, batallador y con una notable preparación física que le permitió mantener un ritmo intenso durante los 90 minutos.

El arquero Juan De Rissio trasmitió seguridad bajos los tres palos con tres o cuatro intervenciones muy importantes para sostener la igualdad. El reaparecido Tomás Portillo, ubicado como último hombre, cubrió con decisión las espadas de sus compañeros de defensa. Lucas Gómez, reducido a una labor netamente defensiva, clausuró el lateral izquierdo, pero la clave de la mejoría de los de la Plaza Belgrano estuvo en que ocuparon la zona central con 4 volantes que protegieron a sus zagueros y que llenaron de obstáculos el tránsito hacia su propia área.

En ese sector, el prometedor Tomás De Blas se movió abierto por derecha, Juan Canaveri aportó toda su dinámica por el otro lado y Nehuén Guzmán y el experimentado Julián Casas se plantaron en el medio, trabando el juego, corriendo, achicando espacios delante de la línea de 4.

Como cartas ofensivas, River Plate dispuso de Santiago Cicarelli, que se siente mucho más cómodo jugando suelto, cerca del arco contrario, y de un plenamente vigente Luis Maggio, autor del gol a los 33’ de la primera etapa y un generador de problemas constante para esa excelente dupla de zagueros que conforman Diego Santoro y Lautaro Camacho.

Por supuesto que Capilla tuvo más fútbol, un funcionamiento colectivo mucho más aceitado, movilidad, circulación de pelota y un catálogo interesante de variantes de ataque que le permitieron dominar las acciones con nitidez hasta los 30 minutos del primer tiempo y convertirse prácticamente en una tromba lanzada contra De Rissio en el cuarto de hora inicial del complemento, presión que se frenó justo cuando Rodrigo Rama logró el empate al convertir un penal.

El azulgrana ofreció la salida limpia de Martín Beretta por derecha, la claridad de Joaquín Gallego para repartir la pelota desde la posición de número 5, el ida y vuelta constante de Joel Greco por el callejón izquierdo, el toque preciso, aunque intermitente, de Francisco Bellido, los arranques cargados de habilidad del zurdo Matías Romero que acompañó al inquieto Rama, más la buena actuación del golero Franco Ponacci que sobre el epílogo de la contienda, cuando Capilla había sentido el esfuerzo físico de la lucha en una cancha mojada por la lluvia persistente, evitó que remates de Cicarelli y Maggio terminaran consumando la victoria de un  River Plate incansable y que dejó algunos indicios optimista para pensar en el futuro.

River Plate: Juan De Rissio (7); Álvaro Bovetti (5), Tomás Portillo (6), Lucas Inzaurralde (6) y Lucas Gómez (7); Tomás De Blas (6) (luego Tomás Cufré 6), Julián Casas (5), Nehuén Guzmán (5) (reemplazado por Máximo Griego 5) y Juan Canaveri (6) (sustituido por Benjamín Fleurentdidier); Luis Maggio (7) y Santiago Cicarelli (7) (más tarde Nicolás Moisés). DT: Luis Lanzone.

Capilla: Franco Ponacci (7); Martín Beretta (7), Diego Santoro (6), Lautaro Camacho (6) y Alan Greco (5); Diego Bordoni (5) (reemplazado por Nicolás Zermoglio), Joaquín Gallego (7), Joel Greco (6), Francisco Bellido (5) y Matías Romero (7) (más tarde Nicolás Batalla); Rodrigo Rama (7). DT: Julio Márquez.

Goles: 33’ Maggio (RP) y 60’ Rama (C) de penal.

Juez: Darío Moreno.

Público: 140 espectadores.

La Figura: Martín Beretta (7) de Capilla.

También ayer, Robles le ganó 4 a 0 a Los 14 y Rivadavia venció en San Andrés de Giles 4 a 2 a Solís.

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