Solís le ganó 2 a 1 a Rivadavia

Ayer, ante cerca de 200 espectadores que concurriendo al centenario Estadio Enrique Fitte, Solís le ganó 2 a 1 a Rivadavia en un cotejo correspondiente a la primera fecha del Torneo Clausura 2024 que organiza la Liga Deportiva.

Desde el inicio de la contienda, el equipo que dirigen Germán Páez y Luis Perroud supo llevar el trámite del partido al terreno que más les convenía. Es por esa razón que la legitimidad de la victoria azulgrana no se puede discutir ya que prevaleció casi siempre en un partido que estuvo caracterizado por los choques, los roces, los forcejeos, los pelotazos largos, las impresiones, la lucha, la fuerza, la pierna fuerte y la falta de claridad.

En ese plano, Solís presionó con insistencia sobre el círculo central y más allá para que su rival no se armara ni pudiera jugar con comodidad pero también achicó bien los espacios, dentro de lo posible mantuvo el orden colectivo y fabricó la mayoría de las mejores situaciones de peligro de la tarde.

En ese contexto se destacaron Franco Cufré, barriendo con acierto delante de la puerta de su propia área; Bernabé Burgos, que hizo sentir su experiencia en la zona media; Luis Echevest, imparable durante el primer tiempo recostado sobre la punta izquierda; José Molina, muy seguro marcando el lateral izquierdo y Santiago Alonso, veloz, astuto y autor del primer gol a los 28 minutos del complemento.

En el debut de Maximiliano Sánchez, Rivadavia sufrió la desafortunada lesión de Joaquín Hernández cuando estaba haciendo el calentamiento previo, hecho que seguramente afectó anímicamente a sus compañeros, pero el elenco de la avenida Vieytes jamás pudo acomodarse en la cancha, no se hizo dueño de la pelota y cuando atacó fue más con fervor que con ideas claras.

Tácticamente utilizó una línea de 3 zagueros (con Matías Idiart de último hombre y Tomás Di Filippo sobre la izquierda) que mostró un funcionamiento demasiado inestable, con dudas y buscó poblar la mitad del campo con Andrés Tijerath y Valentín Griguelo abiertos por las rayas, con Tomás Martínez y Laureano Leguizamón de doble 5 y Alejandro Luque de enganche pero este quinteto de volantes nunca se pudo afirmar ni consiguió los metros libres para pensar por lo tanto Diego Arce y Tomás Gallardo (su valor más importante en materia ofensiva) quedaron aislados, rodeados por la marca y poco abastecidos de juego.

Los ingresos de Nicolás De Renzo, Marcelo Aguirre, Benjamín Cairo y Matías Oyanguren más algún retoque táctico sobre la marcha tampoco trajeron las soluciones que Rivadavia precisaba y tras el descuento de Luque (que se produjo a los 43’ después de que Dylan Bonomi marcara el 2 a 0 seis minutos antes) terminó recurriendo al amor propio, a la garra histórica y a los centros para la cabeza de Di Filippo y Román Sánchez como principales argumentos para tratar de acercarse al empate que finalmente no consiguió.

Solís: Sebastián Ficichia (6); José Rojas (5) (más tarde Federico Rojas 5), Lautaro Cebrelli (5), Franco Cufré (7) y José Molina (6); Luciano Sosa (6) (luego Ezequiel Reynoso 5), Bernabé Burgos (6), Román Medina (5) y Luis Echevest (6) (sustituido por Javier Belsito); Julián Medina (5) (reemplazado por Leandro Medina 6)  y Santiago Alonso (7) (después Dylan Bonomi). DT: Germán Paéz y Luis Perroud.

Rivadavia: Agustín Palavecino (6); Román Sánchez (5) Matías Idiart (5) (reemplazado por Benjamín Cairo) y Tomás Di Filippo (5); Andrés Tijerath (6) (luego Nicolás De Renzo), Tomás Martínez (5), Laureano Leguizamón (5), Valentín Griguelo (6) (más tarde Matías Oyanguren) y Alejandro Luque (6); Diego Arce (5) (sustituido por Marcelo Aguirre) y Tomás Gallardo (6). DT: Maximiliano Sánchez.

Goles: 73’ Alonso (S), 83’ Bonomi (S) y 87’ Luque (R).

Juez: Carlos Alenny.

Público: 200 espectadores.

La Figura: Santiago Alonso (7) de Solís.