En amena y muy interesante conversación con Días de Areco, Manuel Mercado habló sobre la actualidad de la música en San Antonio de Areco.

El integrante de La Crème, L’Grela y 380 valoró el aporte de la Escuela Municipal de Música, a la que definió como una “fábrica de músicos” porque trajo diversidad cultural y permitió el acceso a nuevos instrumentos a muchas personas.

Mercado también dijo que se rompieron barreras y se dejaron de lado viejos recelos que hoy permiten que un artista pueda tocar distintos géneros musicales y participar de diferentes proyectos al mismo tiempo.

Actualmente muchos músicos locales comparten varios proyectos al mismo tiempo e inclusive de géneros y estilos diferentes…

“Pienso que en estos últimos 10 años cambió la forma de manejarse del músico hasta convertirse, no digo en un músico generalista pero sí en un músico que toca lo que le gusta. Y si le gusta el rock, el tango, el jazz, trata de tocar todo. No es que hayamos inventado nada, pero esto se empieza a ver, al menos en nuestra generación, en la época en que se empezó a romper con los estereotipos rígidos, que si hacés rock no podés hacer folklore. Y la verdad que al músico no le gusta tocar una sola cosa. Si recorrés los canales de YouTube, ves que hay músicos que hacen todos los géneros y que comparten distintos proyectos o algunos mezclan todo y hacen algo propio pero reconociendo esa mixtura”.

¿Por qué piensa que se da esta situación?

“Creo que en San Antonio de Areco, con la cantidad de músicos que se fueron haciendo sobre todo a partir del año 2000 para acá, pasaron al menos dos cosas. Tomo como referencia lo que nos ocurrió a nosotros hace un poco más de 10 años, que pasamos de hacer rock a tocar tangos y en 2010 o 2011 apareció La Furia donde se juntaron un montón de chicos que hacían diferentes estilos. Eso fue un momento donde se dieron estas dos cosas de manera simultánea para romper con eso que existía, con esa barrera que si hacés cumbia no podés hacer otra cosa. Bueno, ese concepto ahora está roto, desapareció. Lo mismo pasaba entre los mismos músicos”.

¿Esos ejemplos de La Furia y de 380, que fueron casi como pioneros en romper esas barreras, se trasladó a los demás músicos, a los más jóvenes?

“Esto lo noté muy claro entre la juventud cuando tenía el estudio de grabación. Una vez habían armado una banda de rock pero el guitarrista era Santi Rosalez y cuando lo vía pensaba: ‘mirá como toca este pibe, al mejor estilo del tano Marciello’, pero después agarraba la guitarra criolla y tocaba chamamé y chacareras. Por eso es un buen ejemplo este de tener un músico tan completo y que toque una sola cosa es casi un desperdicio. Lo mismo podemos decir de Miguel Furlino, que es un músico de nacimiento y en su momento rompió el hilo tocando la trompeta con 380 y después empezó a compartir proyectos con otros músicos. Igual que los percusionistas como Gastón Hugo y Lucho Scarano. Así fue también cuando armamos la Orquesta Atípica porque ahí compartimos con Facundo Maidana, con Walter Ratto, con Felipe Miranda”.

¿A qué razones se debe ese quiebre?

“Se debe a que se dejó de lado ese recelo que había antes. Nosotros empezamos haciendo rock en los años 90 y nos era muy complicado conseguir un espacio, ni siquiera en un bar. Todos sabemos que Areco es un pueblo muy conservador, aunque tal vez se está transformando pero queda medio pueblo conservador y la otra mitad que no lo es. Pero en ese tiempo, hace 25 años, nos costaba encontrar los espacios para el rock y además con un proyecto de música propia, con nuestras canciones. Igual insistimos y se fue rompiendo esa cosa que parecía imperforable en la que solo podías tocar folklore. Eso cambió y pienso que desde hace años se habla como otro idioma porque se dejaron de lado viejos recelos”.

¿Qué importancia tiene en esta nueva etapa la Escuela Municipal de Música?

“La Escuela de Música vino a entregar variedad porque sabemos que guitarra, piano, son instrumentos muy populares pero no así un violín o un chelo o un contrabajo o una flauta traversa, que no son tan comunes y antes eran casi inalcanzables. Entonces cuando comenzaron las orquestas eso generó el interés de muchos chicos por la música y además con acceso a los instrumentos, que es una cosa primordial. Entonces la orquesta le dio la posibilidad a todas las personas interesadas en hacer música y digo que a cualquier persona que quisiera tocar. La orquesta los incluye a todos y generó como una fábrica de músicos pero que tocan otros instrumentos que antes no había y que eran inalcanzables. Te doy un ejemplo: antes tocaban la trompeta el francés y Furlo y hoy hay 10 trompetistas. Con los violinistas pasa lo mismo y todos van saliendo en la Escuela de Música que van aportando a la variedad de la cultura”.

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