Ayer, Huracán le ganó 2 a 1 a Capilla en un cotejo correspondiente a la décimo segunda fecha del Torneo Apertura 2023. Con este resultado ambos se aseguraron su pasaje a la siguiente etapa del certamen ya que el elenco de Plaza Gómez, con 24 unidades, se ubica segundo en la tabla de posiciones y el cuadro de Exaltación de la Cruz, con 21 puntos, quedó en el sexto lugar.

Fue un gran partido de fútbol. A pesar de la cancha embarrada y de la lluvia que cayó por momentos, los casi 400 espectadores que colmaron las tribunas del centenario Estadio Enrique Fitte no se inmutaron porque siguieron con suma atención el desarrollo de las vibrantes acciones.

Al comienzo, Huracán ejerció una intensa presión sobre la salida de su rival, con Joaquín Sills y Nicolás De Felice trabajando codo a codo en el círculo central para interrumpir el circuito futbolístico azulgrana, bien acompañados por la dinámica de Facundo Filipelli y por el oficio de Silverio Antinone (autor del primer gol a los 17 minutos de la etapa inicial) por las bandas y respaldados por una línea de 4 firme, expeditiva, donde una vez más sobresalió la jerarquía de Ramón Basombrío.

Pero además de este ordenado esfuerzo colectivo, Huracán también mostró la habilidad de un inspirado Pedro Basombrío, que generó muchos problemas ubicado como falso puntero derecho y las gambetas de Tomás Risso, que se volcaba al centro del ataque.

Aún en desventaja, Capilla jamás abandonó su libreto, ese que Julio Márquez le inculcó a sus hombres: pelota al pie, más allá del terreno mojado, con Emiliano Franco como eje, toque, rotación, con los zagueros achicando hacia adelante, con los dos laterales subiendo, sobre todo el incansable Joel Greco, con el retroceso de Jonatán López para abrir espacios, con el manejo prolijo de balón de Matías Romero y Francisco Bellido y con la notable tarea de Joaquín Gallego que si bien arrancó por el callejón derecho después se movió por toda la cancha.

A ese dominio territorial de Capilla le faltó una mayor cuota de profundidad porque el Globito se cerró bien en el fondo y supo controlar al potente Rodrigo Rama pero además Juan Cicarella respondió muy bien cuando tuvo que intervenir ante un par de remates de larga distancia.

Huracán tuvo “la mano más pesada” porque aun contando menos con el balón en su poder fue más directo, más peligroso en ofensiva y convirtió al golero Franco Ponacci en una de las figuras de encuentro.

El complemento, que se jugó bajo una lluvia persistente, alcanzó gran vivacidad y una alta dosis de emoción.

Comandado por Sills y De Felice, el conjunto rojinegro volvió a apretar en campo contrario para incomodar a Capilla que no se pudo armar hasta los 15 minutos donde esa presión cedió y perdió intensidad. En ese tramo, lo mejor del Globo a lo largo de la tarde, Risso y el menor de los Basombrío acariciaron la posibilidad de estirar la diferencia en el tanteador.

Después fue el turno de Capilla, de su fútbol fluido, ofensivo, de su aceitado funcionamiento táctico, de su conocida capacidad para administrar el balón.  Lentamente lo fue cercando a Huracán (que se defendió con uñas y dientes) en las inmediaciones del área que da espaldas al frigorífico. En ese segmento de la contienda, el escurrido López fue cada vez más peligroso. Diego Santoro empujó desde la retaguardia. Greco fue un pistón que subió y bajó por izquierda y Gallego, ahora también apoyado por el reaparecido César Quinteros, siguió siendo el dueño del equipo con una labor excepcional.

Sobre la hora, el mencionado Gallego despachó un zurdazo largo que Greco fue a buscar con determinación entre los defensores rojinegros. El balón picó en el barro y terminó en el fondo del arco de Cicarella. ¿La tocó Joel? ¿Fue la corazonada de Gallego que tentó a la suerte pateando desde más de 35 metros? Nada importa de eso porque todo indicaba que el 1 a 1 iba a ser el definitivo corolario de una lucha donde no se pidieron ni se dieron tregua.

Pero todavía quedaba tiempo para disfrutar de una emoción más porque cuando se cumplían los cinco minutos que adicionó el árbitro Ricardo Romero el temperamental Luciano Gómez quedó solo ante Ponacci. El golero salvó el remate del rubio defensor pero rondando el área estaba el mercedino Marcos Camargo, que frío como un revolver, estableció el 2 a 1 que inauguró el nuevo festejo del Globito y una catarata de protestas de los azulgrana que se sintieron perjudicados porque entendían que en la jugada postrera de la contienda Gómez arrancó en posición adelantada.

Huracán: Juan Cicarella (8); Tobías Álvarez (5) (reemplazado por Marcos Camargo 7), Ramón Basombrío (8), Luciano Gómez (6) y Marcos Jové (6); Facundo Filipelli (6), Joaquín Sills (8), Nicolás De Felice (7) (sustituido por Nicolás Mendizábal) y Silverio Antinone (6) (más tarde Lautaro Etcheverry 6); Pedro Basombrío (7) (luego Felipe Novillo) y Tomás Risso (7). DT: Juan Rivero.

Capilla: Franco Ponacci (8); Joel Greco (8), Diego Santoro (7), Lautaro Camacho (6) e Iván García (5) (reemplazado por Nicolás Batalla 5); Joaquín Gallego (8), Emiliano Franco (7), Francisco Bellido (6) (sustituido por Cesar Quinteros 6) y Matías Romero (6) (más tarde Angel Vargas 5); Jonatán López (7) y Rodrigo Rama (5). DT: Julio Márquez.

Goles: 17’ Antinone (H), 89’ Greco (C) y 90’ Camargo (H).

Juez: Ricardo Romero.

Público: 400 personas.

La Figura: Joaquín Sills (8) de Huracán.

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