Ayer, Huracán le ganó por penales a Capilla y clasificó para jugar la final del Torneo Apertura 2023. En el tiempo reglamentario, el Globito se impuso por 2 a 0, con dos tantos del mercedino Marcos Camargo.

Las más de 500 personas que colmaron el centenario Estadio Enrique Fitte le dieron el marco popular exacto a un muy buen partido de fútbol que además tuvo la dosis de emoción que necesitan todas las definiciones de este tipo.

Huracán arrancó a todo vapor con Pedro Basombrío recostado como puntero derecho, lastimando con sus gambetas para acompañar a Camargo que tuvo a mal traer a los zagueros rivales con su potencia. El reaparecido Joaquín Sills comandó una intensa presión sobre el círculo central mientras que Nicolás De Felice aportaba todo su oficio para cubrirle las espaldas y contener delante de su pareja de zagueros centrales, esta vez integrada por Ramón Basombrío y un muy atento Tomás Victorica. En ese comienzo fue importante Diego Arce, ubicado como volante por derecha.

Lentamente Capilla se fue acomodando en el terreno, fue ajustando las marcas en el fondo, apuntalado por el impecable Diego Santoro y de a poco fue tejiendo una telaraña de pases cortos entre Joaquín Gallego, Joel Greco, Emiliano Franco, Tomas Zambrana y Matías Romero, que se tiraba atrás y le sacó la pelota y el ritmo a su contrincante.

El cotejo fue equilibrado hasta los 35 minutos de esa primera etapa, momento en el que el Globito volvió a tomar envión y logró imponer su pujanza y su estilo más vertical. Lo vimos bien a Huracán en ese primer tiempo aunque le costó quebrar la paridad porque Julio Márquez ha hecho un gran trabajo y sus hombres juegan muy bien colectivamente, con orden, con tranquilidad y con una limpia circulación de pelota, aunque casi no inquietó al golero Juan Cicarella.

A los 38’, Arce colocó un centro al corazón del área del frigorífico y ese verdadero depredador que es Marcos Camargo arremetió para anotar el 1 a 0 que acercó a los de la Plaza Gómez a la chance de clasificar.

El complemento fue otra historia diferente porque Capilla redondeó 10 minutos de alto nivel hasta convertir a Cicarella en figura. En ese tramo de la soleada tarde arequera, el elenco azulgrana desplegó su juego armónico, de pelota bien tratada, con mucha rotación en ofensiva y con una interesante cuota de profundidad.

El Globito aguantó como pudo las diagonales del lujanense Jonatán López, las apariciones sorpresivas de Gallego, los piques al vacío del mayor de los Greco, el toque claro de Franco, el tranco largo de Zambrana que se movió en la media luna del área contraria con soltura. Ramón Basombrío fue el sostén defensivo rojinegro, cerrando a los costados, leyendo la intención de los delanteros rivales para romper la pared que fabricaban con una cadena de pases precisos y para hacerse fuerte con la ayuda de Victorica, del luchador Marcos Jové y con Felipe Novillo, que reemplazó el vigoroso Tobías Álvarez, más la permanente asistencia del capitán De Felice que se acurrucó contra sus defensores.

Jonatán López, de estupenda actuación, tuvo la chance del empate pero su remate pegó en el palo izquierdo del arco defendido por Cicarella. ¿Ese fue un guiño de la suerte en favor de la formación que dirige Juan Rivero?

Sobre la media hora del segundo tiempo pasó el temblor que sufrió la retaguardia rojinegra. Un rato antes el entrenador hizo tres cambios juntos para revitalizar a su equipo que había perdido la propiedad del balón. Facundo Filipelli (entró por el cansado De Felice) se paró por izquierda y Tomás Risso (que sustituyó a Silverio Antinone) empezó a flotar como un 9 tirado atrás, libre para tratar de conectarse con el menor de los Basombrío y con Camargo, que estaba al acecho en un mano a mano muy parejo con ese excelente valor que es Diego Santoro.

Huracán tomó aire nuevamente en el último tramo de una contienda que navegaba por las entrañas del infierno y a los 34’ Camargo selló el 2 a 0 luego de un estupendo tiro libre ejecutado por Pedro Basombrío que pegó en el travesaño.

Dos minutos después se fue expulsado Sills pero el Globo se mantuvo a flote con coraje para llegar a los penales tras los 4 minutos que adicionó el árbitro Javier Mihura, que no cometió errores visibles en su misión de impartir justicia.

En una definición por penales entran a tallar varias cosas: la intuición de los arqueros, la puntería y la templanza de los ejecutores en una instancia de alta tensión y una vez más a Huracán no le tembló el pulso a la hora de la verdad.

Para abrir la tanda, Arce convirtió el primero con un tiro bajo. Zambrana puso el 1 a 1. Pedro Basombrío estuvo certero, lo mismo que Gallego. Ramón Basombrío marcó el tercero pero Joel Greco estrelló su remate en el palo derecho del arco de la calle Fitte. Filipelli la clavó arriba para poner el 4 a 2. Santoro pateó con clase hasta que llegó el turno de Risso. Tomás no jugó de entrada porque está lastimado en las costillas, una lesión dolorosa que le impide correr con normalidad pero sabía que era su gran oportunidad y decretó la victoria con un derechazo rasante que ingresó junto al parante izquierdo de la valla defendida por Franco Ponassi.

A dos años de aquel recordado 15 de agosto de 2021, los leones de la Plaza Gómez están de vuelta, listos, con las garras bien afiladas para afrontar una nueva final ante un San Carlos que perece invencible.

Huracán: Juan Cicarella (8); Tobías Álvarez (6) (luego Felipe Novillo 6), Ramón Basombrío (8), Tomás Victorica (6) y Marcos Jové (6); Diego Arce (7), Nicolás De Felice (6) (reemplazado por Tomas Risso 7), Joaquín Sills (6) y Silverio Antinone (5) (sustituido por Facundo Filipelli 6); Pedro Basombrío (7) y Marcos Camargo (8). DT: Juan Rivero.

Capilla: Franco Ponassi (6); Carlos Córdoba (5), Diego Santoro (8), César Quinteros (6) y Alan Greco (6); Joaquín Gallego (7), Emiliano Franco (7) (más tarde Nicolás Batalla), Tomás Zambrana (7) y Joel Greco (7); Matías Romero (7) (luego Tomás Novillo) y Jonatán López (8). DT: Julio Márquez.

Goles: 38’ y 81’ Camargo (H).

Juez: Javier Mihura.

Expulsado: 83’ Sills (H).

Público: 550 espectadores.

La figura: Marcos Camargo (8) de Huracán.

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