Carolina Aronzón, Doctora en Biología, investigadora, parte del Grupo de Ecotoxicología, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, UNSAM-CONICET conversó con Días de Areco sobre un estudio integral de la calidad del agua del Río Areco que comenzaron a llevar adelante el año pasado.
Durante la entrevista, la investigadora comentó que encontraron una alta concentración de glifosato y de metales productos del uso de la tierra y de los desagües de una chanchería en el arroyo Tatay, partido de Carmen de Areco, que llegan al curso de agua del río, lo mismo que la actividad de un feed lot ubicado más cerca de la Ruta Nacional 9.
Aronzón señaló además que tomaron muestras en ocho puntos del río, frente a la zona urbana de San Antonio de Areco, donde también encontraron glifosato, sobre todo concentrado en sedimentos.
¿Cuáles son los objetivos de este grupo de investigadores de la Universidad de San Martín?
“Nuestros proyecto es hacer un estudio integral de la calidad ambiental de la cuenca del Rio Areco. Trabajamos evaluando la calidad del agua y de los sedimentos midiendo diferentes parámetros físico – químicos para tener ese conocimiento. También medimos metales y plaguicidas para evaluar el posible impacto de efectos letales y subletales en un modelo de anfibios para lo que utilizamos renacuajos para ver cómo los afecta esta calidad de agua. Queremos ver qué es lo que está pasando y observar cuáles son las repercusiones sobre un organismo vivo representativo de la fauna nativa como en este caso es el sapo común americano. Otro objetivo es poder relacionar esta pérdida de calidad de agua con los diferentes usos del suelo, por eso incluimos en el trabajo el uso de imágenes satelitales de cada punto donde tomamos muestras”.
¿Cuándo comenzaron con este estudio de la cuenca del Río Areco?
“Arrancamos en 2022 haciendo dos muestreos en el partido de Carmen de Areco. Abarcamos desde la naciente hasta el puente El Quemado donde relevamos 8 puntos diferentes y también tomamos muestras en el arroyo Tatay porque allí hay un problema muy importante con un frigorífico de cerdos. Ese arroyo ingresa al Río Areco afectando su calidad porque la chanchería que desagota en el arroyo Tatay no tiene planta de tratamiento por eso tiene un gran impacto en la calidad del agua del río. Luego hicimos otro muestreo aguas abajo, cerca de Ruta 9, más vinculado con una actividad ganadera, con los feed lots que están en esa zona donde encontramos algunas sustancias, particularmente derivadas de productos de uso veterinario, que están asociadas a esas prácticas además de los plaguicidas y metales que ya habíamos encontrado en la cuenca alta”.
¿Qué encontraron específicamente?
“Detectamos la presencia de 5 a 8 metales que superan los umbrales permitidos o aceptables para el desarrollo de la vida acuática, muchos vinculados al uso de plaguicidas y de los suplementos que se les proporcionan a los animales que luego son excretados. Esto además de los usos del suelo que generan cierto impacto que llega hasta el cuerpo de agua. En referencia a los agrotóxicos encontramos una lista enorme. En el punto que menos encontramos tenía una combinación de 12 variedades distintas y en el punto de mayor concentración hay 31 agrotóxicos diferentes. Es un número altísimos de cocteles de plaguicidas combinados con metales. Lo que más encontramos es glifosato pero también hay otros porque como dije recién podemos hacer una lista muy larga que interactúan entre sí y no podemos tener una magnitud de sus efectos”.
También tomaron muestras de la cuenca media, frente a la zona urbana de San Antonio de Areco…
“Sí, tomamos muestras a finales de marzo. Ya evaluamos algunos parámetros físico-químicos y nos falta que nos lleguen resultados de todos los plaguicidas porque solo tenemos las mediciones de glifosato que se encuentra en concentraciones mucho más altas en los sedimentos. Los puntos de muestreo incluyen el puente El Quemado, el Paso de las Carretas, donde encontramos una alta presencia de glifosato en el agua, el Puente Viejo, la salida de la planta depuradora, la salida de la Cuenca Este, el basural y La Porteña. En todos los puntos encontramos presencia de glifosato. Nos sorprendió que a la salida de la Cuenta Este teníamos buenos parámetros físico-químicos pero con alto concentración de plaguicidas, particularmente en sedimentos”.