En esta edición de Días de Areco ofrecemos lo que a nuestro juicio es el equipo ideal del Campeonato Apertura 2024 pero sabemos bien que el fútbol es una materia opinable y que cada uno de nuestros lectores tiene su gusto y su propio criterio, por lo tanto seguramente habrá miradas bien distintas sobre quiénes fueron los jugadores más destacados el torneo que acaba de terminar.
Pero estos son los nombres que elegimos como los mejores en cada puesto:
Juan Cicarella (Huracán): todavía es un muchacho joven pero ya lleva casi 8 años en Primera porque cuando arrancó entre los mayores tenía edad de Sub 17. Consolidado en el arco del Globito, tuvo una campaña pareja, sin altos ni bajos llamativos en su rendimiento y en los partidos decisivos realizó atajadas importantes que le permitieron festejar el campeonato. En 2021, en la anterior e histórica consagración de Huracán, no había sido titular y ahora se pudo dar merecidamente ese gusto.
Ramón Basombrío (Huracán): el capitán de la Plaza Gómez faltó a los primeros partidos y al comienzo del certamen arrancó marcando la punta izquierda pero luego se afianzó en el lateral derecho, posición en la que mostró oficio para la marca, buen juego aéreo y además fue salida permanente desde el fondo. En las semifinales ante Capilla les ganó el duelo a dos hombres temibles como lo son Rodrigo Rama y Kevin Medrano y ante River Plate no solo que fue una garantía defensiva sino que en la revancha anotó el gol que abrió el tanteador.
Nicanor Basavilbaso (San Patricio): fue el gran ausente en las semifinales que San Patricio perdió ante los de la Plaza Belgrano porque es la voz de mando y experiencia en la defensa del elenco del trébol en el pecho. Hizo un muy buen torneo actuando como último zaguero sin ser líbero pero cubriendo la espalda de sus compañeros de retaguardia. Como siempre fue casi un volante arrancando desde la cueva para dar la primera puntada de cada maniobra y amenazó seguido a los arqueros rivales con sus disparos de tiro libre.
Mateo Antonijevic (River Plate): Tito es un verdadero especialista en la marca personal. En varias ocasiones Enzo Canali le asignó la custodia de un delantero rival y fue un perro de presa para cumplir la misión. Con más experiencia ya no se desordena como antes y tampoco se complica con la pelota en los pies porque recupera y toca rápido.
Lucas Inzaurralde (River Plate): es un jugador polifuncional que en este Apertura se desempeñó con la misma eficiencia como líbero, como central por izquierda, como lateral y fugazmente como carrilero. De gran técnica y elasticidad física, fue una pieza indispensable en el esquema táctico del subcampeón.
Matías Pigretti (San Patricio): siempre aportó su temperamento, su personalidad, su capacidad para luchar y jugar al mismo tiempo, tanto cuando trabajó de 8 como cuando pasó a ser volante central, una ubicación en la que se siente muy cómodo. Fue importante sobre todo en los momentos en que la formación de Germán Mangieri no encontraba su mejor versión futbolística porque trató de asumir el liderazgo necesario para sostener en pie a su equipo.
Tomás Zambrana (Capilla): este zurdo de 32 años con pasado en Deportivo Español es un mediocampista cerebral, inteligente, con ritmo y justa pegada de corta y larga distancia. Fue el eje central, el organizador de juego en los mejores pasajes futbolísticos de un Capilla que una vez más era candidato de hierro para al menos llegar hasta la final pero que se quedó en el camino antes de lo esperado.
Joaquín Sills (Huracán): formado en Huracán no había jugado en la consagración de 2021 pero ahora tuvo su justa revancha porque fue vital en el armado de la zona media de un elenco que dirige Juan Rivero que se movió en un bloque colectivo muy sólido y con un funcionamiento muy bien aceitado. Por lo general Joaquín jugó como un 5 más adelantado, que salía a romper juego, listo para comandar la presión y esa tarea lo hizo cargar de tarjetas amarillas pero siempre aportó su experiencia, su serenidad con la pelota en los pies, su criterio para ubicarse y su altura para cabecear en las dos áreas.
Luis Maggio (River Plate): a los 40 años Luis se convirtió en un jugador de toda la cancha y exhibió ante quien lo quisiera ver una lozana vitalidad. Es un líder positivo que contagia a sus compañeros y que deja hasta la última gota de sudor en el campo de juego. Verlo correr, trabar, gambetear, ayudar a sus defensores y después aparecer rematando cerca del arco contario es sencillamente conmovedor.
Tomás Risso (Huracán): fue el goleador del campeonato con 14 tantos y un arma letal en la ofensiva de Huracán que compartió con el mercedino Marcos Camargo que es su socio ideal. Año a año confirma sus notables condiciones porque es hábil, le pega fuerte y muy bien a la pelota, cabecea, desequilibra cuando arranca en gambeta y no ahorra esfuerzo para colaborar con los volantes. Un jugador estupendo que todavía tiene muchísimo más para dar porque aún no encontró su techo de rendimiento.
Kevin Medrano (Capilla): en la nueva era de Capilla post Julio Márquez este astuto cordobés juega recostado contra la raya y arranca unos metros más atrás aunque sin perder un gramo de efectividad ante el arco rival. Anotó 10 goles pero también colaboró en la gestión de juego y sirvió centros muy peligrosos para sus compañeros. Ya no tiene la explosión que mostró cuando recién llegó a Exaltación de la Cruz en 2018 pero sigue siendo un atacante temible.