Matías Pellegrini, uno de los propietarios de la empresa Don Carmelo, conversó con Días de Areco sobre cómo pudieron sobrellevar el difícil momento planteado por la pandemia de Covid 19, que ocupó gran parte de 2020 y 2021.

Pero además, en una interesante entrevista, el empresario comentó cómo es la actualidad de una firma local que tiene 55 empleados directos y otros 20 tercerizados para tareas de servicios y asesorías y  que vende sus productos a lo largo y ancho de todo el país.

¿Cómo llevaron adelante la empresa durante la pandemia de Covid 19?

“La pandemia fue un antes y un después porque tuvo lo malo y lo bueno. Lo malo fue que casi tuvimos que bajar las persianas ya que quedamos muy al límite y lo bueno fue que nos ayudó a entender muchas cosas que venías haciendo mal y a partir de eso nos ordenamos. Así que pensamos en ver el vaso medio lleno y no el vaso medio vacío”.

¿Qué cosas tuvieron que cambiar en ese contexto sanitario, social y económico tan particular?

“Todo, desde la parte de la producción hasta lo administrativo y en todo sentido porque fuimos tocando todos los pilares de la empresa para ordenar cada uno de ellos. En eso la pandemia resultó positiva porque tuvimos que poner un freno ya que el día a día te va consumiendo y no te deja ver un montón de cosas pero nos dio tiempo para ver lo que veníamos haciendo mal”.

En marzo de 2020 el frenó no solo de la actividad económica sino de casi todos los aspectos de la vida social se redujo a cero…

“Sí, porque el parate de la actividad fue de golpe. No me olvido más la fecha porque el 20 de marzo de 2020 fue como que se puso el freno de mano y Don Carmelo frenó en seco y no había forma de hacerlo arrancar. Me refiero a las ventas y con la consecuencia que tiene no poder vender. Entonces en esa misma semana hicimos un análisis aproximado de la situación y llegamos a la conclusión de que podíamos aguantar hasta fines de mayo. Eran dos meses ante la incertidumbre general porque nadie sabía lo que iba a pasar. Pero después fuimos abriendo nuevos canales que no teníamos explotados y nos fuimos acomodando en la forma en que se pudo. Obviamente que fuimos acumulando un montón de deudas porque dejamos de pagar créditos y algunos impuestos, pero por suerte eso ya quedó todo atrás”.

¿Cómo fueron afrontando esa situación para seguir adelante?

“Hicimos un trabajo de hormiga, día por día, casa por casa, y cambiamos la producción. La estrategia fue abrir el surtido de lo que producíamos, en lo comercial fue ir a vender a las casas donde la gente estaba aislada por la pandemia y tenía que comer y en lo administrativo tratamos de estirar el dinero al máximo posible. Esas fueron las medidas urgentes que tomamos en ese momento, con mucho tiempo dedicado y con mucha mano de obra”.

¿Cómo siguieron las cosas en la post pandemia, cuando se fue retomando la normalidad?

“En la normalización post pandemia nos fue bien porque nos dimos cuenta de que los que pudimos aguantar teníamos un camino allanado porque lamentablemente muchas empresas desaparecieron. Inclusive me refiero a empresas grandes que no se pudieron sostener o les costó mucho arrancar. Esos nos abrió algunas ventanas de oportunidades con nuevos clientes para posicionarnos de otra manera y hoy estamos muchísimo mejor que antes de la pandemia”.

¿Cómo es el presente de Don Carmelo?

“Hay una triste realidad: nosotros fabricamos productos que se venden cuando peor está la economía del país porque se trata de alimentos muy populares, pizzas, empanadas y tartas que las come todo el mundo y al fin y al cabo termina siendo lo más económico. Esto se da al punto que hasta cambiamos el estilo de consumidor que se fue sumando al que ya teníamos pero también se fue elevando mucho la demanda por cápita”.

¿Cuántas personas trabajan en la empresa?

“Hoy en total trabajamos en Don Carmelo 55 personas y contamos con otras 20 tercerizadas brindando servicios y asesorías. Es bastante”.

¿Dónde venden sus productos?

“Llegamos a todo el país con nuestros productos. Hace dos meses cerramos un contrato con Supermercados La Anónima, que son 1200 tiendas para abastecer en toda la Patagonia. También tenemos como cliente a Cencosud con las cadenas Jumbo, Disco y Vea y de esta manera tenemos cubiertos como 3000 puntos de venta. Además tenemos distribuidores y clientes de toda la vida, algunos de ellos son empresas locales que fueron con los que arrancamos”.

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