El pianista José Tambutti conversó con Días de Areco sobre la inauguración del espacio cultural Ojos Negros, ubicado en la calle Belgrano al 900, en la localidad de Duggan.
A lo largo de la entrevista, el reconocido artista comentó que es un proyecto cultural pero con un perfil comercial que también apunta al turismo.
¿Cuál es la propuesta del espacio cultural Ojos Negros?
“Queríamos tener nuestro propio espacio, sin depender de la convocatoria y estamos muy conmovidos porque esta oportunidad se nos está dando. En parte también el proyecto de Ojos Negros apuesta a ampliar la oferta cultural. Nosotros, con Maxi, vivimos en Duggan y tal vez suena grandilocuente pensar que las cosas vengan hacia uno pero los dos nos desarrollamos profesionalmente en Buenos Aires y quisimos venir acá para vivir de nuestra profesión y eso está bueno estimularlo dentro de las posibilidades que uno tiene. Con esa idea vinimos a Duggan y encaramos este proyecto porque entendemos que podemos soñar y seguir adelante con lo que nosotros queremos”.
El espacio cuenta con una sala preparada para la música…
“Ojos Negros es una sala pero además es una parte de nuestra experiencia de venir a Duggan. Es una sala acústica, muy linda, preparada para hacer música, con mucha luz, con ventanas abiertas al cielo de Duggan. Es un lugar especial y en un lugar especial y ese es otro de los atractivos porque es muy complejo vivir en la gran ciudad después de la pandemia. Quiero decir que es un espacio reducido pero con la atención puesta en el material que se utilizó para la construcción. La vivienda está construida de forma íntegra de madera, techo, pisos, paredes, con un recubrimiento de chapa lo que hace que la acústica sea muy especial y en relación con lo lumínico, la ubicación de las ventanas fue definida pensando en tener la mejor luz natural”.
¿Cuándo comenzaron con este proyecto?
“El proyecto lo comenzamos en 2017 y se fue postergando. Primero tuvimos nuestra hija y después vino la pandemia. Es una sala pero que rápidamente se puede adaptar para vivienda, como una residencia para recibir turistas. Es un hospedaje con ciertas particularidades porque tiene un piano de cola. Por lo tanto va a ser un lugar para las dos cosas, para la apertura cultural y para el turismo. En octubre tenemos prevista comenzar con una agenda de cultura, también con la tradición combinada”.
¿Es un proyecto cultural pero también con un perfil comercial?
“Para mí este es un proyecto que también tiene un perfil comercial porque el arte tiene que ser un buen negocio. No estoy de acuerdo con la idea que los centros o los espacios dedicados a la cultura son solo para fomentar el arte. No porque son un medio de vida y es nuestro medio de vida, entonces Ojos Negros está en esa búsqueda, la de aportarle a esa mirada que se puede vivir del arte, de la industria cultural, de la música, del teatro, de la danza. Además la pandemia dejó muy en claro cuál es la importancia del arte para salud la mental y para la relación entre las personas porque no es algo decorativo ni solo de entretenimiento sino que es esencial para la vida de la gente”.