En línea con las políticas de ajuste que lleva adelante en toda su administración, la gestión Ratto ofrece para estas vacaciones de invierno una grilla de actividades culturales y recreativas que deja mucho que desear.
El Municipio echó mano a docentes de la Escuela Municipal de Deportes y de los talleres de cultura y dejó afuera a prácticamente todos los trabajadores de la cultura de nuestra ciudad.
Durante la primera semana de vacaciones, por ejemplo, el Municipio ofreció un único espectáculo de títeres en el Salón Guerrico, que además fue gestionado por el Instituto Cultural de la provincia. El primer arequero en aparecer en la grilla fue el Gordo Ovando, un viejo conocido de la gestión Ratto, que fue el anfitrión de una noche de karaoke en el Guerrico en vísperas del Día de la Amistad.
La semana se completó con Alicia Haddad haciendo tango en el Guerrico y se proyectaba Kumbia y algo más en Villa Lía, pero el mal clima hizo suspender una vez más el deslucido ciclo “De Plaza en Plaza” que intenta recorrer todo el partido pero que ha encontrado muy poco acompañamiento de los vecinos.
Lejos de los tiempos en que el Salón Guerrico se llenaba cada día con espectáculos de todo tipo y gran cantidad de artistas y compañías de nuestra ciudad eran contratados por el Municipio, con la gestión Ratto es poco lo que hay para hacer y mucho se concreta con el trabajo de talleristas.
A eso se suman propuestas insólitas pensando en que el público principal para las vacaciones de invierno son los más chicos. Así, aparecen charlas sobre Ricardo Güiraldes, una visita guiada por el Casco Histórico adaptada “para niños” y “charlas de mate”.
La gestión Ratto muestra una vez más que las políticas culturales tienen poco espacio en su concepción del Estado. Ya sin la excusa de la pandemia, la grilla de vacaciones de invierno ofreció pocos espectáculos, mezcló actividades para niños con otras para adultos y contrató pocos artistas locales, alguno de ellos figuritas repetidas desde la llegada de Ratto al Municipio.