En el marco del ciclo de entrevistas para reflexionar sobre los 40 años de democracia, Días de Areco mantuvo una conversación a fondo con Estela Lennon, que fue Intendenta Municipal entre 2007 y 2011 representando a un partido vecinal.

Durante la charla, Lennon repasó algunos momentos trascendentales de la historia política reciente de San Antonio de Areco, como lo fueron la renuncia del Dr. José Cames y la inundación del 26 de diciembre de 2009.

¿Cuál es la primera reflexión que puede hacer en 2023, doce años después de haber sido Intendenta?

“La política es algo que te pica y muy fuerte. No sé si tenés la mente tan clara como para decir ‘qué es lo que estoy haciendo en este barco’, pero eso te lo da el paso del tiempo. Ese tiempo me llegó después de haber aceptado ser Intendenta y me llegó después de 2009 con ese gran cimbronazo que tuve con las inundaciones. Ese me hizo dar todo por el piso y me di cuenta que no había ninguna política partidaria que dejara satisfecha a la gente, a la sociedad, porque en definitiva, cuando hubo que culpar a alguien, la culpable era yo. ¿Qué partido político te banca eso? Nadie, porque sos vos enfrentándote a la sociedad, más a una sociedad tan conocida como es la nuestra, que es chica y te ves cara a cara. Tuve esa desgracia de sentirme culpable como si yo hubiera abierto las compuertas o de que se rompiera el puente del Club de Pescadores. Después tuve las mejores recompensas porque la gente volvió, pudimos hablar y fue un momento terrible. Pero me sentí absolutamente juzgada”.

¿Cómo vivió la renuncia del Intendente José Cames, que se produjo en agosto de 2002, cuando usted era funcionaria de esa administración?

“Realmente me dolió mucho lo de José Cames. Yo era amiga de él y jamás me hubiera animado a decirle que diera un paso al costado, pero el que me ayudó a tomar esa decisión fue Horacio Viganego que para mí fue un político de raza, un hombre sumamente inteligente y muy práctico. Su muerte fue un banquinazo espantoso. La renuncia de José y la muerte de Horacio fueron dos golpes muy grandes para el gobierno local de ese momento. No descarto decir que a Cames lo llevó a la deriva lo que ocurrió a nivel nacional, con De la Rúa”.

¿Cómo se da la situación política para que usted llegara a la Intendencia, en diciembre de 2007?

“¿Por qué fui Intendenta? Se fue José Cames, estuvo Eduardo Jordán, que tomó una decisión importante y valerosa en ese momento para poder poner en marcha otra vez el pueblo económicamente. Creo que eso lo logró porque veníamos por la banquina. Yo lo acompañé a Eduardo desde el 2003 hasta el 2007 en Promoción Social pero permitime que le ponga un título a esto: yo era una excelente secretaria de acción social pero no una Intendenta, pero si vos entras en la categoría de juntar votos da lo mismo. Esas son las cosas que tiene la democracia y fue por eso que yo asumí como Intendenta”.

¿Llegó a la Intendencia por su popularidad entre los sectores más humildes?

“Sí, y de eso si me siento orgullosa porque todavía hoy me siento muy reconocida en el barrio al que voy, en la casa que visito y en cualquier lugar al que voy me dio cuenta que ese reconocimiento está”.

Estela, pero usted también tenía una buena llegada las clases altas, pudientes digamos, del pueblo…

“Sí, pero quiero ser muy franca en este tema. Yo llegaba profundamente a los carenciados, a mis negros, como me gusta decirles, pero también llegaba a lo que era la elite de Areco pero cuando esa elite se dio cuenta de que yo no estaba para generar o bancar ciertas cosas que no me parecían correctas no vayan a creer que me apoyaron mucho. La verdad que no. Para ellos siempre hay que ser funcional a ciertas cosas y conmigo eso no pasó”.

¿Qué cosas quiso cambiar y no la dejaron?

“En ese momento quería cambiar lo mismo que sigue pasando hoy. Yo no puedo creer que tengamos semejante brecha entre el buen vivir y la pobreza. Eso me desespera porque el pobre es pobre y a veces no come y lo disimula con un mate cocido, no tiene para comprar las cosas para que los chicos vayan al colegio y eso me vuelve loca”.

La inundación del 26 de diciembre de 2009 fue un golpe muy grande…

“La única tranquilidad que tengo es que habíamos empezado a trabajar mucho con el Comité de Cuenca antes de la inundación. Me acuerdo que viajamos a Chacabuco, a Giles pero también venían acá los intendentes de toda la cuenca. Claro que no logramos nada de lo que queríamos hacer y la inundación nos tomó de atrás, tanto que yo estaba en el Barrio Amespil mirando la crecida en una casa con el agua a la rodilla y escuchamos el ruido cuando se rompió el retén de las vías. Hoy sigo sintiendo lo que sintieron los inundados, una desesperación absoluta, pero nunca pensé que se iban a manifestar en la puerta de mi casa para decirme que yo era la culpable. Eso fue muy doloroso porque yo era la cabeza que representaba al pueblo y era obvio que me iban a cascotear. Después seguí trabajando, fuimos a la Autoridad del Agua, insistimos sobre los canales, vino dos veces Julio De Vido, vino el Gobernador de la provincia, vinieron todos en auxilio nuestro y esto lo quiero recalcar siempre. Scioli acompañó mucho, nos dejó gente en el Municipio y estuvimos trabajando codo a codo. Esto lo reconozco como persona porque no sé si mi partido estaría de acuerdo con lo que digo”.

¿Por qué creyó necesaria la creación de un partido vecinalista?

“Porque no me gusta la verticalidad que hay en los partidos políticos tradicionales. Un partido vecinal te da la libertad de poder hablar y de gestionar con las otras fuerza políticas. Tenemos el ejemplo del actual Intendente Ratto, que si hubiera seguido con el partido vecinal no estaría tan enfrascado como está en lo que está haciendo y podría interactuar con provincia y con nación de otra manera. Yo lo hice con Scioli pero lo hice con la Nación también. Fui a la Casa Rosada todas las veces que me citaron, aunque tal vez no conseguí mucho pero no me perdí ninguna reunión donde yo veía que podía traer algo para San Antonio de Areco”.

Después de la inundación se abrió un debate intenso y rico para confeccionar el Plan de Manejo Hídrico de la Cuenca del Río Areco…

“Mi gran preocupación, después de la inundación era tratar de que no volviera a ocurrir. Esas discusiones posteriores fueron una verdadera demostración democrática en un momento muy crítico porque participaron hasta los vecinos inundados y de ahí salió el Plan de Manejo Hídrico pero no sé qué pasa ahora con ese tema, dónde está, dónde quedó porque no tengo idea lo que está tramitando el gobierno municipal actual en provincia o en nación con respecto a esto porque hace un mes atrás pensé que me moría cuando vi el estado del rio, verde, con olor a podrido y con pescados muertos”.

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