En una conversación con Días de Areco, Alejandro Orlando comentó algunos aspectos de la preparación de Tempestad con vista a la temporada 2023 de la Liga Mercedina de básquet.

Para este año, el club de la calle General Paz, que el viernes 17 tendrá asamblea de socios para renovar sus autoridades, incorporó a varios jugadores, muchos de ellos con un pasado en otros tiempos de la institución.

Hace bastante que empezaron a trabajar pensando en la Liga 2023…

“Estamos en plena pretemporada y con el cuerpo de profesores decidimos arrancar un poco más temprano de lo habitual. A principios de febrero ya estábamos trabajando fuerte en el bloque físico y con los más chicos empezamos en lo que se llama fundamentos. A medida que fuimos avanzando en los entrenamientos también jugamos amistosos y en ese plano hicimos un ida y vuelta con Atlético Baradero, que juega en  la división B de Liga de Zárate – Campana y es un equipo bien consolidado”.

¿Cuál es la evaluación de esos dos amistosos?

“Perdimos de visitante y ganamos de local pero vamos de a poquito, buscando el acople de los nuevos con los jugadores que ya estaban en el club. La idea en esta etapa es que todos los integrantes del plantel tengan minutos, que se puedan desenvolver sin importar el resultado porque en realidad fuimos a ver cómo jugaban todos para que puedan complementar lo que venimos trabajando. Fue una buena prueba porque como te dije Atlético Baradero es un rival fuerte, que te da roce y porque sabés que es físicamente superior”.

Tienen varios jugadores nuevos para esta temporada…

“Para este año tenemos dos bases nuevos, uno de ellos es Bruno Di Prinzio que toda la vida jugó en Tempestad.  Se sumó Lucas Scaiola, que viene de Club Pinocho de Capital y es un perimetral interesante, con buen tiro externo pero que también puede jugar de base. Además volvieron Germán Núñez y Diego De Lellis, que son históricos en el club e incorporamos a Pablo Siciliano, que mide dos metros y moneda y que en su momento jugó Liga Nacional para Gimnasia de Comodoro y ahora está radicado en San Antonio de Areco. Le falta rodaje pero de a poco va a ir agarrando ritmo aunque ya por su altura puede bajar 20 rebotes por partido. Otro que regresó fue Franco Galeano, que es un 4 muy rápido y ágil”.

¿Cuáles son los objetivos de Tempestad para este año?

“Este año aspiramos a clasificar entre los primeros y si es posible a repetir lo de 2022 cuando llegamos a la final pero más allá de esto, que es lo competitivo, nos pone muy contentos el retorno de la familia del básquet de Tempestad. Después, la exigencia de la Liga te obliga a armar un equipo con 12 o 13 jugadores pero vamos a ir viendo sobre la marcha porque el torneo empieza el 14 de abril por lo tanto todavía tenemos un tiempo para tomar decisiones”.

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