Analizamos la actuación individual de los protagonistas del Torneo Apertura 2022 y elegimos al mejor jugador en cada puesto para armar el equipo ideal del primer semestre de 2022.

También explicamos, de la manera más detallada posible, las razones de nuestra elección, que como siempre es materia opinable porque que depende del gusto y del punto de vista de cada observador ya que en el fútbol no existen verdades absolutas.

Brian Rivello (San Patricio): a pesar de ser muy joven se consolidó en un puesto difícil. Tuvo un rendimiento parejo, muy sobrio a lo largo de todo el certamen y su actuación en la segunda final ante Capilla fue definitivamente consagratoria.

Tomás Victorica (Huracán): el entrenador Juan Rivero lo utilizó alternativamente en las dos bandas y Victorica no mostró problemas de perfil, a pesar de manejar con naturalidad su pierna derecha. Seguro en la marca fue salida permanente desde el fondo y cada vez que pasó al ataque lo hizo con decisión. Además cabecea muy bien, tanto en defensa como en función ofensiva.

Diego Santoro (Capilla): una verdadera columna defensiva. Tiempista, con buen trato del balón,  se entiende a la perfección con Lautaro Camacho para marcar en zona y casi nunca se equivoca.  Es un hombre de experiencia que en varias oportunidades aportó su temperamento cuando Capilla tuvo la obligación de ir a buscar un resultado.

Álvaro Gómez (San Patricio): es cierto que faltó en algunos partidos pero cuando estuvo hizo sentir su vitalidad física para ajustar la marca, para cruzar a los costados, para imponerse en el juego aéreo y para fortalecer el funcionamiento de la última línea del flamante campeón. Hizo goles importantes ante Huracán y Robles y pateó con fe el último penal de la final.

Lucas Gómez (River Plate): como River Plate armó una defensa con 5 zagueros, Lucas tuvo mayor libertad para pasar al ataque por el lateral izquierdo y en esa función pudo exponer toda su jerarquía. Hace rato que es uno de los mejores valores de toda la Liga Deportiva y en este campeonato que acaba de terminar lo demostró largamente. Convirtió el tanto de la victoria frente a Capilla en la primera semifinal y fue figura destacada en la mayoría de sus presentaciones.

Joaquín Gallego (Capilla): es un mediocampista zurdo de buen ritmo y criterio para sostener la presión que Julio Márquez propone para la zona media de Capilla. Gallego no tuvo inconvenientes en jugar por izquierda, por el centro, tal vez de 5 es la posición que mejor le sienta, o por derecha como lo hizo ante San Patricio. Lo suspendieron por tres fechas luego de jugar con Rivadavia y su ausencia se notó. Eso es lo que grafica su importancia en la estructura de conjunto del elenco azulgrana.

Nicolás De Felice (Huracán): Tan rendidor y noble como siempre, el capitán de Huracán una vez más merece el reconocimiento por su trabajo, tal vez sin brillo pero sin pausa. Pieza vital de un equipo que muchas veces apoyó sus posibilidades en un esquema defensivo porque nunca pierde el orden táctico y por qué con el paso del tiempo aprendió a no comprometerse con la pelota en sus pies.

Rodrigo Gómez (San Patricio): posiblemente no solo haya sido el mejor en su puesto sino también el mejor jugador de todo el Torneo Apertura. Juega suelto delante de Federico Menconi que le cubre las espaldas para aprovechar su excelente lectura del partido. Gómez parece que va buscando el lugar más apropiado para ubicarse y para armar la maniobra ofensiva. Da la impresión que trota en la cancha pero está en todos lados, cerca de sus defensores y del gol ya que anotó 5 en este certamen.

Juan Demergasso (San Carlos): el 10 de San Carlos es un jugador fantástico y con una proyección increíble. Hábil, encarador, temperamental, creativo y goleador. Ubicado casi de centrodelantero convirtió 8 goles y compartió con Kevin Medrano el galardón de máximo goleador del Apertura.

Jonatán López (Capilla): el inquieto atacante azulgrana redondeó un muy buen campeonato.  Nunca le ofrece una referencia fija a su marcador porque se tira atrás y a los costados para conseguir espacios y muchas veces se convirtió en el generador de juego de Capilla. A pesar de ser un jugador de físico pequeño salta mucho y bien y es dueño de un más que aceptable disparo de media distancia.

Alejandro Luque (Rivadavia): talentoso, jamás se estaciona porque le gusta flotar de mitad de cancha para arriba. Es buen socio para Joaquín Hernández. Gambeteador y muchas veces discontinuo pero también lujoso. Fue el artífice de los mejores momentos de un Rivadavia de rendimiento desparejo en este torneo.

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