Le ofrecemos el análisis individual de los protagonistas del nuevo triunfo de San Patricio por 3 a 0 ante Rivadavia por la segunda semifinal del Torneo Clausura 2022.

San Patricio

Brian Rivello (7): enseguida después del primer gol de Blanco, el arquero atajó un derechazo muy peligroso de Leguizamón que pudo haber sido el principio de una reacción de Rivadavia. Estuvo atento y seguro como a lo largo de toda la temporada.

Emanuel López (7): ha mejorado sensiblemente en función defensiva, cuidando la zona sin regalar su espalda y eso que por su sector se movieron Hernández, Griguelo y a veces Leguizamón. Midió sus proyecciones al ataque y cuando lo hizo fue con claridad y sorpresa.

César Núñez (8): impecable como primer marcador central. Tiempista para calibrar las salidas, prolijo con la pelota en los pies y firme de arriba. Otro buen partido del experimentado zaguero.

Álvaro Gómez (7): firme, muy firme en la marca a pesar de que Rivadavia rotó constantemente y no le ofreció una referencia fija. Duro en el cuerpo a cuerpo pero sin recurrir a las infracciones e impasable en el juego aéreo.

Agustín De Rosa (7): prácticamente clausuró el lateral izquierdo en una tarea de mayor tinte defensivo. Casi no tuvo problemas por su costado. Eligió con acierto el momento preciso para pasar al ataque.

Lorenzo Vidal (7): ya consolidado como volante con mucho recorrido por la banda derecha. El planteo táctico esta vez le exigió jugar más cerca de López para fortalecer el bloque defensivo pero además, cuando vio la oportunidad, ensayó varios piques al vacío, que son su especialidad. Terminó jugando de 4 y sin problemas.

Matías Pigretti (7): con la difícil misión de reemplazar a un hombre clave como Federico Menconi en una función que Matías conoce y sabe cumplir como es la de 5 tapón, pivoteando delante de los defensores para achicar terreno y también para ser la primera puntada en el armado de la jugada.

Rodrigo Gómez (7): recostado a la izquierda, cerquita de De Rosa para darle una mano pero a su vez fue el regulador del ritmo poniendo el balón debajo de su pie zurdo. Rivadavia quiso ser intenso y Gómez le puso paños fríos escondiendo la pelota. Después pasó a jugar por el medio, delante del volante central, puesto que entiende a la perfección.

Juan Bolea (7): rápido, inteligente, creativo y sabe moverse por detrás de los volantes rivales, en este caso el batallador Camino. Hizo circular la pelota con precisión y velocidad. Ahora también a su exquisita técnica le sumó una muy buena dosis de sacrificio.

Joaquín Bolea (8): ya había jugado muy bien en el cotejo de ida, mostrando el mismo alto nivel que ofreció durante gran parte del primer semestre de este año. Corrió muchísimo, ayudó a todos sus compañeros, se tiró atrás para engrosar la mediacancha y también llegó arriba. Su gol, el tercero, le bajó el telón a la tarde. Figura.

Manuel Blanco (8): una vez más desequilibrante. Fue buscando los huecos por donde filtrarse, transitando como en puntas de pies por todo el frente de ataque hasta que tuvo la oportunidad y fue protagonista de 5 minutos infernales, entre los 40 y el final del primer tiempo. En ese lapso anotó dos goles y cerró definitivamente la clasificación de San Patricio para las finales.

Carlos Bolea (6): ingresó por Pigretti y se paró de 5 clásico para hacer valer su excelente pegada.  Prolijo tácticamente.

Martín Gignat (6): entró para jugar de volante por afuera y alternó por los dos costados con su habitual vitalidad y energía. Siempre es una buena alternativa porque puede cubrir varias posiciones con eficacia.

Segundo Ovando: estuvo pocos minutos en cancha y se lesionó la rodilla.

Rivadavia

Ramiro Ciaffardini (5): no estuvo en el mismo nivel que había mostrado en la mayoría de sus presentaciones a lo largo de 2022.

Nicolás De Renzo (5): versátil, temperamental, orgulloso de su amor por la camiseta. Empezó de 4 y luego pasó al medio. Nunca se dio por vencido.

Luis Romero (6): Luisito cumplió 20 años jugando en Primera División y es un ejemplo de vigencia, ahora jugando como líbero. Estuvo rápido para ir a los cruces y fue el sostén espiritual de sus compañeros cuando la eliminación era un hecho inevitable.

Román Sánchez (6): de estirpe panzanegra porque es el nieto de Lando, gran figura en los años 60 y 70 e hijo de Maximiliano, cuya trayectoria es más reciente. Román es un defensor completo: fuerte, aguerrido, con buen cabezazo e interesante manejo de pelota. El tiempo lo va a ir serenando.

Nahuel Gutiérrez (5): jugó de titular después de mucho tiempo y derrochó energías como lateral izquierdo.

Tomás Martínez (6): apareció este año entre los mayores y dejó en claro que tiene un tranco largo interesante y que sabe con la pelota en los pies. Le sobra futuro.

Leandro Camino (5): el ahora calvo mediocampista de General Rodríguez no pudo hacerse sentir en el círculo central como sí lo logró muchas veces desde que se incorporó a club de la avenida Vieytes. Fue reemplazado por Manuel Achetta.

Valentín Griguelo (6): juega desde muy pibe en Primera, ya que debutó en 2019 y está consolidado porque es valiente, dinámico y con mentalidad ganadora, fiel al estilo histórico de Rivadavia. Es un muchacho vital para pensar en el porvenir de su equipo.

Leandro Leguizamón (6): ubicado como delantero neto mostró su habilidad hasta los 40 minutos porque ese fue el tiempo que duró el partido real.

Joaquín Hernández (6): otro ejemplo de madurez futbolística. El espejo donde se deben mirar los chicos que quieren jugar al fútbol y del bueno. El sábado a la tarde ofreció pinceladas de su talento.

Alejandro Luque (5): apenas un par de arranques con su sello de habilidad. Se tiró de punta y no encontró espacios para su gambeta.

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