Iván Cobo, vecino del barrio Los Horneros, conversó con Días de Areco sobre los problemas que les genera a los vecinos de la costanera norte del Río Areco el funcionamiento de la empresa ExCor, emplazada en una zona residencial, según lo que establece el Código de Ordenamiento Territorial vigente.
En la entrevista, Cobo explicó que no consiguen respuesta desde el Municipio, que la empresa solo tiene una habilitación municipal precaria y que le faltan distintas certificaciones de la provincia de Buenos Aires.
Los vecinos manifiestan que perciben mal olor, que sufren ruidos permanentes y que les preocupan los efectos contaminantes que genera la fábrica ante la posibilidad de una nueva inundación en un sector de la ciudad que fue castigado por el desborde de las aguas del río en 2009, 2014 y 2015.
¿Cuál es el problema que les genera la empresa ExCor a los vecinos del barrio Los Horneros?
“Esta empresa tiene la particularidad que hace el proceso productivo desde el principio porque tiene una máquina extrusora, que está declarada en los estudios de impacto ambiental por lo tanto el Municipio sabe que está. En esta etapa inicial de la producción utilizan polipropileno con algunos aditivos más y lo que hacen es derretir ese material para crear la fibra que necesitan para hacer hilados, telas y demás. Ese proceso genera gases y partículas, por lo tanto nosotros empezamos a sentir los olores a plástico quemado, un olor fuerte, picante, que a veces hasta te deja sin aire. Fue así que arrancó la preocupación de todos los vecinos del barrio Los Horneros pero quiero aclarar que hoy este problema ya lo están sufriendo los demás barrios de la costanera, Amespil y Canuglio. Estos contaminantes quedan en el aire y se mueven de acuerdo al viento, a las lluvias, a la humedad, por lo tanto generan una contaminación ambiental muy grande”.
¿Ante esta situación qué hicieron los vecinos?
“La verdad es esta: hicimos reuniones entre los vecinos del barrio para hablar del tema. Además tenemos un grupo de WhatsApp donde comentamos todos los problemas comunes del barrio. Así nos fuimos organizando y dimos todos los pasos administrativos hasta agotarlos: presentamos notas, consultamos a las distintas dependencias del municipio y llevamos una nota, con muchas firmas, al Concejo Deliberante pero no tuvimos ninguna respuesta clara y concreta. Por lo que sabemos en el Concejo Deliberante la nota quedó parada en la comisión de ambiente”.
¿Qué respuestas tuvieron en el Municipio?
“En la municipalidad nos contestaron un pedido de informes que hicimos amparados por las leyes ambientales que permiten acceder a documentación vinculada con lo ambiental. La nota la hicimos desde la sociedad de fomento del barrio y en nombre de todos los vecinos. Esa Información la recibimos mediante fotos que le sacamos a los expedientes. Eso solamente porque medidas concretas no hay y nosotros seguimos respirando ese olor, que es uno de los contaminantes, todos los días”.
¿También tienen problemas con los ruidos que emanan desde la fábrica?
“Sí, se construyó un paredón para mitigar ruidos en una zona inundable, que va a funcionar como un dique. Los estudios no se hicieron de acuerdo a las normas IRAM, que es la 4062, especial para ruidos molestos al vecindario. En su momento nos dijeron desde el Municipio que se iba a hacer una medición de ruidos en las casas de los vecinos pero finalmente no lo hicieron. También en el pedido de informes le solicitamos a la municipalidad que nos dijera qué va a pasar con esos contaminantes si viene una nueva inundación. Esta empresa genera efluentes contaminantes pero la respuesta que nos dieron era que esto figuraba en el informe antisiniestral pero este es un trámite solo para obtener la habilitación comercial y no tiene nada que ver con la inundación. Sobre esto tampoco nos dieron ninguna respuesta”.
¿La empresa rellenó el terreno para montar su galpón?
“También rellenaron el terreno y esto deja en claro que se debería haber actuado como establece la provincia de Buenos Aires cuando se refiere a la participación ciudadana en una audiencia pública para que los vecinos puedan discutir sobre la instalación de una industria de este tipo. El barrio Los Horneros no está emplazado en una zona industrial sino que es una zona residencial para el Código de Ordenamiento Territorial y contra la ruta hay una franja que es residencial mixta pero no es una zona industrial y esto debe quedar bien en claro. En cambio se rellenó el terreno, se montó un gran galpón, se construyó un paredón que hace de dique y además vimos en los expedientes que la empresa fue cambiando varias veces la actividad a la que se dedica, entonces no sabemos bien cuál es su actividad ni tampoco si la categorización que le otorgó la municipalidad es la que corresponde”.
¿Los vecinos solicitan que se haga una audiencia pública para tratar este tema?
“Pensamos que se debería convocar a una audiencia pública para discutir el tema. Creemos que los vecinos deberíamos tener voz para corregir esta situación porque este es un problema que abarca a los barrios Los Horneros, Amespil, Canuglio pero también a los del Tropezón y por lo tanto lo deberá tratar el pueblo. El mal olor es continuado pero se siente, de acuerdo al viento, en una zona u en otra pero además sabemos que esta empresa tiene una habilitación municipal precaria porque le falta el certificado de emisión de gases a la atmósfera, cuya tramitación en la provincia no está terminada. Tampoco la empresa cuenta con la prefactibilidad hídrica porque tienen un pozo de extracción de agua para utilizar industrialmente. Eso se tramita ante la Autoridad del Agua para obtener los certificados sabiendo que estamos en una zona inundable”.
¿Qué van a hacer de aquí en más?
“Nosotros estamos buscando respuestas y esas respuestas deberían venir desde el municipio”.