El domingo pasado, Luis Maggio volvió a jugar al fútbol vistiendo la casaca de River Plate. Luisito había jugado por última vez de manera oficial en la temporada 2017.
Después de cinco años de ausencia, a Maggio se lo vio intacto físicamente. Estuvo exactamente 63 minutos en la cancha y se movió con la inteligencia de un hombre de gran experiencia. Fue centrodelantero pero no se quedó estacionado arriba. Se tiró atrás y a los costados e intentó asociarse con sus compañeros. En varias ocasiones colocó pases milimétricos y cuando fue al choque le hizo sentir el rigor a dos rivales de la calidad de Santoro y Arguello. Terminó siendo la figura de un encuentro no mucho más que discreto y es la carta de esperanza de un equipo de la Plaza Belgrano que perdió por cuarta vez consecutiva en lo que va de este Torneo Clausura.
Luis Maggio debutó en el cuadro de la Plaza Belgrano en la temporada 2000, cuando tenía apenas 16 años. Fue campeón del Clausura 2003, con una gran actuación en la final ante El Frontón. En 2008 se fue a vivir por un tiempo a Nueva Zelanda y cuando regresó, a mediados de 2009, lo pudimos disfrutar en todo su esplendor porque fue un valor destacado en un ciclo ganador en el que River Plate sumó varios títulos locales (los Clausuras de 2011, 12, 13 y 14) y la recordada vuelta olímpica en el ya desaparecido Campeonato de las Tres Ligas de 2012.
Con 122 goles en su cuenta personal, Luisito Maggio es el máximo goleador de la historia de River Plate y el quinto en la tabla de goleadores históricos de la Liga Deportiva.