Ayer, en un encuentro de la séptima fecha disputado en la cancha de Capilla, Solís le ganó 1 a 0 a Robles, que más allá de esta derrota se mantiene como líder junto a San Patricio. Con este resultado, el elenco que dirigen Germán Páez y Luis Perroud suma 10 unidades, superó en las posiciones la línea de Huracán y River Plate y se acomodó en la lucha por la clasificación a los octavos de final del Torneo Apertura 2024.
Es cierto que el campo de juego, con muchos pozos, poco pasto y desparejo, no ayudó, pero fue un partido sumamente desprolijo, lleno de pelotazos, choques, forcejeos, infracciones, empujones y protestas al árbitro Ricardo Romero que trató de mantener la disciplina sin recurrir excesivamente a la tarjeta amarilla.
Robles, que hasta el domingo marchaba invicto y venía de ganar el clásico, se quedó con tres zagueros en el fondo (Ignacio Cossini, Matías Castaño y Matías Cerisola), soltó a Exequiel Encina por izquierda para engrosar una mitad de cancha por donde ya transitaban Gustavo Cerisola, Gonzalo Galeano, Emanuel Perea y Antonio Sosa pero se repitió en el centro alto, frontal para Matías Da Silva y solo a veces intentó buscar por abajo con el buen manejo de balón de Joel Machuca, que se movió de punta.
Solís, que padeció las ausencias de Leo Domancich, Douglas Perroud, Horacio Castro, Luciano Sosa, Santiago Córdoba y Nazareno Ramírez, también pobló densamente la zona central con dos líneas de 4 bien definidas más el retroceso de Julián Medina para juntarse con los volantes y desde allí amar alguna maniobra asociada con Jeremías Chamorro, único punta neto vestido con casaca azul, que trabajó con inteligencia.
Casi sin espacios ni tiempo para pensar, todo resultó muy enredado y confuso, aunque en ese panorama el cuadro de Cristián Furio presionó un poco más y Solís se plantó con cierto orden defensivo, con Bernabé Burgos y Martín Córdoba patrullando cerca de sus defensores, con Lautaro Cebrelli muy atento como líbero y con el tanque Franco Cufré luchando cuerpo a cuerpo con Da Silva.
A los 22 minutos de la primera etapa, Tomás Achetta aprovechó un descuido del golero Adrián Hund y tocó la pelota al arco vacío para establecer el 1 a 0 que terminó siendo definitivo.
A partir de entonces Robles empujó repetidamente contra el arco defendido por Sebastián Ficichia que estuvo muy atinado usando los puños para despejar los envíos aéreos que Robles descargó contra su arco prácticamente como exclusivo recurso ofensivo.
El cotejo se convirtió en una verdadera lucha a brazo partido sin luces, sin claridad, sin intentar dar dos pases seguidos porque los dos pusieron ganas y gastaron kilos de energía pero no aportaron ni una gotita de fútbol.
El elenco naranja redobló sus envestidas e intentó variantes con los ingresos de Lautaro Braggio, Valentín Ereñú, Patricio García, Joaquín Sosa y Martín Farías pero invariablemente chocó contra un rival que se defendió con uñas y dientes para conservar una valiosa victoria apretado contra la seguridad de su arquero y la buena labor de Cebrelli que rechazó todo lo que le pasó cerca.
Solís: Sebastián Ficichia (7); Guido Pérez (6), Lautaro Cebrelli (7), Franco Cufré (6) y José Molina (6); Tomás Achetta (5) (más tarde Juan Parra), Bernabé Burgos (6), Martín Córdoba (6), Natanael Villagrán (5) (reemplazado por Javier Belcitto) y Julián Medina (6) (luego Matías Castro); Jeremías Chamorro (6). DT: Germán Páez y Luis Perroud.
Robles: Adrián Hund (5); Ignacio Cossini (6), Matías Castaño (6) y Matías Cerisola (5) (reemplazado por Martín Farías); Emanuel Perea (6), Gustavo Cerisola (5) (después Joaquín Sosa), Gonzalo Galeano (5) (más tarde Lautaro Braggio), Antonio Sosa (5) (sustituido por Valentín Ereñú) y Exequiel Encina (6); Matías Da Silva (6) y Joel Machuca (6) (luego Patricio García). DT: Cristian Furio.
Gol: 22’ Achetta (S).
Juez: Ricardo Romero.
Público: 80 personas.
La Figura: Lautaro Cebrelli (7) de Solís.
Foto: Diego Sánchez.