¿San Antonio de Areco se ha convertido en un pueblo más inseguro? ¿Nos estamos acostumbrando a vivir con mayores grados de inseguridad diaria?
En la última semana se registraron dos robos que encendieron con más fuerza las luces de alarma. El primero de ellos fue en un kiosco ubicado en la esquina de Vieytes y Zapiola y el otro en la estación de servicio que también está sobre Vieytes de la cual un encapuchado, a mano armada, se llevó 250 mil pesos. Ese mismo miércoles por la noche intentaron robar el tractor del predio deportivo del club Rivadavia, en pleno corazón del barrio Saigós.
Por supuesto que la lista de hurtos y robos es mucho más larga que estos dos o tres que hemos mencionado, casi a razón de un delito por día, lo que da un promedio muy alto para los parámetros habituales de nuestra ciudad que da la impresión que lo toma como una cosa normal y es común escuchar que en unos cuantos barrios, no tan alejados del centro comercial, los vecinos se organizan en grupos de WhatsApp para intentar protegerse y cuidarse de los ladrones.
De lo contado hasta aquí se puede hacer una reflexión a manera de pregunta: ¿la política de seguridad puesta en marcha desde diciembre de 2019 está dando muestras de cansancio y no consigue ser efectiva en materia de prevención del delito? ¿El vecindario está conforme con los resultados que le ofrecen con su labor el Secretario de Seguridad, la Policía Comunal y el Ayudante Fiscal que son los componentes combinados del esquema de seguridad vigente?