En una amena entrevista con Días de Areco, Hugo Domínguez, integrante de la Asamblea Socioambiental, habló sobre los efectos negativos del agronegocio, que prácticamente corrió a la población del campo y afirmó que es necesario cambiar el modo de producción de alimentos.
Durante la conversación, Domínguez propuso recuperar la experiencia y los saberes de los antiguos productores del Barrio de las Quintas y señaló la necesidad de que en San Antonio de Areco se vuelvan a producir alimentos sanos que mejoren la calidad de vida del vecindario.
¿El agronegocio está despoblando el campo?
“El modo de producir del agronegocio le está haciendo un daño considerable a todo lo que son los suelos, a la economía de los pequeños y medianos productores y el campo se está despoblando porque nosotros tenemos la estadística que dice que el 93% de la población está concentrada en las ciudades gracias al avance de la tecnología que desplaza a la gente hipotecando las tierras de los pequeños propietarios y el tema central es la contaminación y los riesgos para la salud que produce”.
¿Existe una alternativa a este modelo de producción a gran escala y orientado a la exportación?
“Nosotros sostenemos que la salida para el cambio de la matriz productiva (porque no nos olvidemos que Argentina es un país agroexportador) es un modo de producir alimentos sanos sin necesidad de comprar ese paquete tecnológico que de hecho es caro, con un costo alto para producir de esta manera por lo tanto las cuentas no cierran y la agroecología viene a ser el camino para revertir esta situación con beneficios que ya se están viendo. Me refiero a beneficios económicos, ambientales y humanos. Venimos evaluando una serie de experiencias que confirman que se puede producir de otra manera que es mejor para todos”.
¿El trabajo constante de la Asamblea Socioambiental y el proyecto de huertas y ferias agroecológicas que llevan adelante cada 15 días en el Parque San Martin es un ejemplo de ello?
“Nosotros sabemos que San Antonio de Areco tuvo una reconocida producción en quintas y huertas, que tuvo una industria láctea pujante, que se criaban animales pero hoy vemos que en el pueblo no se producen alimentos. Observamos que en las 84 mil hectáreas que tiene de superficie el distrito, casi un 90% se destina para las producciones que se van a exportar y en el pueblo prácticamente no queda nada de lo que se produce. Pienso que es importante traer a la memoria esas experiencias de los pequeños productos del Barrio de las Quintas que vivían de producir alimentos, acercándolos a la población sin necesidad de que estos alimentos viajen tanta cantidad de kilómetros nos da la pauta de que se pudo hacer antes también se puede hacer ahora. Por eso, con estas pequeñas acciones impulsamos esa recuperación de saberes para mejorar la calidad de los alimentos y la calidad de vida”.