El teatro volvió al Galpón Chamico ayer por la tarde con “Proyecto Frankenstein”, una puesta de Luciano Mansur con dirección de Román Lamas que reimagina el clásico de Mary Shelley en un contexto argentino y litoraleño. Para eso, echa mano a un gran despliegue de títeres, en una performance que Mansur conduce con enorme habilidad y por el que ganó el premio 2022 a la actuación titiritera en los galardones “María Guerrero” de la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes.
En “Proyecto Frankenstein”, la combinación entre el cuidado desarrollo de los títeres y el enorme oficio de Mansur logra que el espectador disocie al hombre de los objetos. Así, por ejemplo, el primer encuentro entre el doctor Víctor Frankenstein y el personaje de la muerte parece realmente una lucha por el poder, con la muerte volando, amenazando y sometiendo por momentos al científico casi como si hubiera dos artistas en escena y no uno solo.
El diseño de los títeres y su vestuario es uno de los ejes de la puesta y demandó un largo trayecto de prototipos y pruebas hasta llegar al resultado que se puede ver hoy en escena. Así, cada uno de los personajes tiene sus características bien distintivas y un uso como títeres muy bien adaptado a la obra: el monstruo no tiene piernas propias, sino que es Mansur quien se las presta por momentos; un viejo con aires borgianos que ejerce aún más violencia sobre el monstruo; el pequeño William, convertido en un muñeco desarmable, un elemento de circo.
El texto de la puesta le suma aires del Litoral a una obra clásica como Frankenstein y juega con las creencias y santos populares. El altar donde queda la muerte bien podría ser uno del Gauchito Gil o de alguna otra deidad popular y hay también referencias a Arlt y hasta a Sarmiento. Además, va y viene, no es literal sino que va delineando los momentos más importantes de la historia original y proponiendo sus propias preguntas sobre la humanidad, la creación, la ciencia y la fe.
Una propuesta de primer nivel, que ha llegado a lo más alto del circuito del teatro independiente nacional y que da cuenta de la versatilidad de los títeres.