Las consecuencias del ajuste en obra pública ya se sienten en Areco: se suspendió la obra de la nueva planta depuradora y 50 trabajadores fueron despedidos. La medida se conoció esta mañana y se da a pesar de que los trabajos de ampliación de la planta depuradora de nuestra ciudad tienen financiamiento internacional del Banco Interamericano de Desarrollo.
Esta obra tiene una amplia historia: comenzó a gestionarse en 2017, durante el segundo mandato de Paco Durañona en el Municipio, se aprobó en un primer momento y luego el macrismo la dio de baja en el marco de la profundización de sus políticas de ajuste tras el acuerdo con el FMI. Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia en 2019 las gestiones se reactivaron de la mano del entonces Senador provincial Durañona y comenzó la construcción.
En plena campaña, el entonces Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, había visitado los trabajos y advertido que, de ganar Javier Milei, esa obra se frenaría. Hoy, a menos de una semana de la asunción del presidente libertario, la advertencia de Katopodis se hace realidad.
¿Qué implica el freno a la obra? 50 nuevos desempleados, pérdida de una importante inyección de dinero para la economía local, imposibilidad de ampliar la red cloacal a las viviendas y barrios de nuestra ciudad que todavía no cuentan con el servicio. Las consecuencias concretas en Areco de la política de la motosierra.
[…] esto en los argentinos es imposible, incluso, de dimensionar. Un ejemplo es que el viernes pasado se frenó la obra de la planta depuradora, que tiene financiamiento del BID previsto en dolores y 50 trabajadores fueron despedidos. Este es […]