Hoy, 30 de octubre, se cumplen 40 años de las elecciones que marcaron un paso fundamental para el regreso estable de la democracia tras un largo periodo de dictadura cívico militar que gobernó el país a sangre y fuego con el terrorismo de Estado como instrumento predilecto.
Tras el desenlace de la guerra de Malvinas, en julio de 1982, el Presidente de facto Reynaldo Bignone convocó a una instancia de transición a la democracia y fijó un calendario electoral que estableció la entrega del mando a las autoridades civiles para 1984, fecha que luego, debido a la gran presión social, a la crisis económica y a la pérdida de prestigio de los militares, se adelantó para el 10 de diciembre del 83.
Esa fue una etapa extensa, que se desarrolló a lo largo de casi un año y medio, de recuperación política que generó muchos expectativas y abrió un horizonte lleno de esperanzas que incluyó la vuelta plena de los partidos políticos, las afiliaciones masivas, la confección de los padrones, las elecciones internas, la campaña pre electoral con sus clásicos actos públicos y los mencionados comicios del 30 de octubre que vieron como ganador prácticamente absoluto a la Unión Cívica Radical porque ese inolvidable domingo Raúl Alfonsín se impuso en todo la República Argentina con el 52% de los votos y Alejando Armendáriz fue electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
En nuestra historia particular, el candidato radical Teodoro Gerónimo Domínguez obtuvo 5082 votos y con el respaldo del 47,1% fue electo por primera vez Intendente de San Antonio de Areco.
El dirigente peronista Raúl Lucero cosechó 3907 sufragios (36,2%), el vecinalista José Ramírez 1172 (el 10,8%), el intransigente Aldo Vigil 283 (el 2,6%) y los blancos alcanzaron el 2% (225).
Luego, el 5 de diciembre asumieron sus cargos los Concejales electos en octubre, que cinco días más tarde, en una sesión inaugural realizada en el Salón Guerrico, le tomaron juramento al flamante Intendente de la naciente democracia.