Ayer, ante cerca de 450 personas que colmaron las tribunas del centenario Estadio Enrique Fitte, San Patricio y Rivadavia empataron 1 a 1 en un cotejo correspondiente a la octava fecha del Torneo Apertura 2024 que organiza la Liga Deportiva. Con esta igualdad, el elenco verde amarillo se mantiene como único líder en la tabla de posiciones y el club de la avenida Vieytes, que suma 7 unidades, por ahora está afuera de los puestos de clasificación para los octavos de final.
Como cada vez que se enfrentan desde 1984 fue un choque caliente, áspero, con clima de clásico en las tribunas y dentro del campo de juego.
Arrancó mejor el conjunto que dirige Damián Scarano apretando en la zona media, con Tomás Martínez tapando a Federico Menconi, con Andrés Tijerath bien abierto por derecha, picando al vacío, a espaldas de Francisco Simionato, con Matías Oyanguren recostado por izquierda buscando armar una sociedad con el pujante Valentín Griguelo, con la experiencia de Nicolás De Renzo para patrullar en torno al círculo central y con un Tomás Gallardo muy activo, concentrado al 100% en el juego.
Pero a los 10 minutos clavados, Pedro Cairo pescó un rebote y anotó el 1 a 0 que fue bastante sorpresivo.
A partir de allí fue el cuadro de Germán Mangieri el que mostró su mejor fútbol con el retroceso del mencionado Cairo para juntarse con Juan Bolea en la gestación de la maniobra, con las corridas de Manuel Blanco, esta vez ubicado como volante izquierdo, con la presencia de Menconi para mandar en el medio junto a Matías Pigretti que jugó en gran forma, creando y poniendo pierna fuerte cuando hizo falta, más las proyecciones profundas de Simionato por su lateral.
Hasta la media hora de ese primer tiempo San Patricio fue claramente mejor y convirtió en figura al golero Tomás Del Osa que protagonizó un puñado de atajadas importantes.
En el tramo final de la etapa, la formación del trébol en el pecho cayó en un bache futbolístico y le dio un respiro a un rival que no recuperaba la brújula, o el GPS para utilizar un término más moderno, pero que desde entonces comenzó a crecer en su rendimiento, apelando al fervor, a la garra, al amor propio que caracterizó a Rivadavia desde el origen de su historia.
A los 43’ Joaquín Hernández, que aportó pinceladas de su inigualable talento, empató la cuenta mediante la certera ejecución de un penal.
El complemento fue completamente distinto porque el partido se volvió más peleado, más trabado, lleno de choques, de forcejeos, de infracciones y de discusiones.
Rivadavia apretó otra vez. Soltó a Griguelo casi a la mediacancha y la dupla De Renzo – Martínez pudo presionar un poco más arriba, respaldados por los zagueros, Román Sánchez y Tomás Di Filippo que salieron de la cueva para achicar espacios a espaldas de su volantes pero la apuesta ofensiva siguió dependiendo de los piques de Gallardo y de los derechazos envenenados de Hernández con pelota parada.
San Patricio, que a los 17’ se quedó con 10 hombres por la expulsión de Lisandro Gignat, mantuvo el orden colectivo apoyado en el oficio de su pareja de marcadores centrales, Nicanor Basavilbaso y Álvaro Gómez, en la seguridad de su arquero Brian Rivello y en el retroceso de Menconi y Pigretti para solidificar el bloque defensivo, aunque más allá de un par de remates de larga distancia prácticamente no inquietó a Del Osa.
En los últimos minutos la contienda se convirtió en una verdadera caldera a la que todos le echaban leña al fuego para alimentar la alta temperatura.
Scarano apeló a los ingresos de Alejandro Luque y de Laureano Leguizamón con la idea de ganar mayor claridad en el trato de la pelota y se lanzó a una carga furiosa contra el arco del frigorífico con Griguelo como abanderado principal. Por esa vía llenó de centros el área de Rivello y generó instantes de zozobras para el puntero del campeonato que se defendió con uñas y dientes para conservar con cierta angustia el 1 a 1 definitivo, más aún después de que Cairo viera también la tarjeta roja que en el epílogo lo dejó con dos jugadores menos.
San Patricio: Brian Rivello (7); Pedro Cóncaro (6), Nicanor Basavilbaso (7), Álvaro Gómez (7) y Francisco Simionato (7); Matías Pigretti (8), Federico Menconi (7), Manuel Blanco (6) y Juan Bolea (6); Pedro Cairo (6) y Lisandro Gignat (5). DT: Germán Mangieri.
Rivadavia: Tomás Del Osa (8); Bautista Leguizamón (6) (reemplazado por Diego Ponce), Tomás Di Filippo (6), Román Sánchez (6) y Valentín Griguelo (8); Matías Oyanguren (6) (después Alejandro Luque), Nicolás De Renzo (6) (luego Laureano Leguizamón), Tomás Martínez (7) y Andrés Tijerath (6); Tomás Gallardo (7) y Joaquín Hernández (6). DT: Damián Scarano.
Goles: 10’ Cairo (SP) y 43’ Hernández (R) de penal.
Juez: Leonel Suarez.
Expulsados: 62’ Gignat y 89’ Cairo, ambos en San Patricio.
Público: 450 espectadores.
La Figura: Tomás Del Osa (8) de Rivadavia.