Salsa Areco, un proyecto de producción local

Días de Areco mantuvo una interesante conversación con Alejo Rossi, propietario de Salsa Areco, una pequeña unidad productora de alimentos que está cerca de cumplir un año de vida.

Durante la entrevista, Rossi habló sobre la elaboración artesanal de salsas, de la calidad de las materias primas, de la presentación del producto en la góndola, que ya llega a varios lugares del país, y de las perspectivas que se le abren al emprendimiento pensando en el futuro.

¿Qué es esta iniciativa productiva, Salsa Areco?

“Salsa Areco es un emprendimiento que empezamos con mi hermano Bruno, en teoría hace cerca de dos años. Pero en la práctica, empezamos a producir y a comercializar en agosto de 2021. Nos dedicamos a elaborar salsa barbacoa, kétchup, algunas variedades de chimichurri y otras salsas picantes, todo de forma artesanal, tratando de conservar las recetas que fuimos probando durante mucho tiempo y que sabemos que tiene buena aceptación entre los que la probaron”.

¿Cómo surgió el proyecto inicialmente?

“Este es una continuidad de lo que veníamos trabajando en la Compañía Municipal de Alimentos.  Digo que hay una continuidad en lo que tiene que ver en generar las condiciones para que cualquier emprendedor de San Antonio de Areco, que hoy son más de 50, pueda elaborar de forma regular, acorde a las leyes y vender lo que produce. Nosotros, con Bruno, decidimos que teníamos que seguir por ese camino trazado para aplicar en la práctica lo que veníamos desarrollando de manera más general para toda la comunidad. Fue así que abrimos nuestra pequeña unidad de producción de alimentos”.

¿Qué alimentos producen?

“Producimos distintas variedades de salsas, algunas en colaboración con otros productores locales como Leyenda Urbana. También tenemos un chimi agridulce que lo hacemos con una cooperativa de productores de Mendoza. Es un chimi que lleva vino tinto y dulce de membrillo. Y como te dije al principio, tenemos una barbacoa, no tan criolla, pero que es algo que gusta sin abandonar las recetas clásicas. En fin, primero tratamos que nos guste mucho a nosotros, que venimos de trabajar en gastronomía, pero sobre todo que nos gusta compartir la comida. Todo está bien encaminado y vendiendo cada vez más”.

Ponen mucho cuidado en la presentación del producto: envase, diseño de la etiqueta, precinto…

“Sí, porque hay que adaptarse a ciertas cuestiones. Cuando uno quiere vender algo, la imagen es indispensable. La realidad es que muchas veces compramos cosas por la vista porque en primera instancia las cosas entran por los ojos. Bruno es un especialista en imagen y entre los dos decidimos que el producto no solo tiene que ser algo rico, que guste y que esté hecho con productos de primera calidad, sino que también tenga una buena presentación en la góndola”.

¿Cuál es la apuesta a futuro de Salsa Areco?

“Apostamos a que sea un producto que uno tenga ganas de cómpralo, incluso para hacer un regalo, todo el tiempo porque está bueno. Eso nos costó bastante tiempo, hacer pruebas, buscarle la vuelta, cambiar de proveedores. Ahora, con mucho esfuerzo, estamos encaminados para que la salsa se conozca cada vez más y poder seguir creciendo no solo en Areco sino en todo el país”.

¿Dónde venden sus productos artesanales?

“Acá en San Antonio de Areco estamos en varios puntos de venta y esperamos llegar a más.  También vendemos en la Ciudad de Buenos Aires, en el interior de la provincia y participamos de una red federal que se llama Alimentos Cooperativos con la que podemos llegar a Tucumán, Tierra de Fuego. Misiones, Mendoza. De a poco nos vamos haciendo conocidos y aparecen clientes nuevos. Eso nos asegura que estamos haciendo las cosas bien”.