Después de la final del Clausura 2022 que San Patricio perdió por penales ante San Carlos, Rodrigo Gómez se despidió del fútbol en silencio, respetando fielmente su estilo de jugador excepcional pero sin estridencias.
Sus compañeros de equipo, muchos dirigentes del único club donde jugó a lo largo de toda su destacada campaña, y el actual técnico Germán Mangieri intentaron cambiar, sin éxito, la decisión del talentoso mediocampista que en su último año en la cancha fue una de las mejores figuras de la temporada y una pieza clave en la consagración frente a Capilla cuando al elenco verde amarillo todavía lo entrenaba Diego Vaccarini, con quien había compartido unas cuantas jornadas triunfales.
Hace algunos cuantos años ya, cuando regresó de España donde estuvo jugando al tenis de manera profesional, Rodrigo se calzó la camiseta de San Patricio y se movió con absoluta tranquilidad por toda la banda izquierda de un mediocampo muy rico en caudal humano y en funcionamiento colectivo y celebró los campeonatos de 2010, 12 y 13.
Luego, cuando Martín Maggio se hizo cargo del plantel y protagonizó una verdadera revolución futbolística, Gómez se corrió más al medio, casi como un 5 adelantado, suelto, sin obligaciones de marca pero trabajando delante del otro volante central de corte más defensivo. En esa nueva función rindió a pleno y fue el cerebro de un cuadro que entre finales de 2017 y mediados de 2018 redondeo muchas cuantas actuaciones de alto nivel.
En el último tramo, ya a la vuelta de la pandemia de Covid 19 que abrió una prolongado paréntesis en la actividad deportiva, Rodrigo mostró toda su jerarquía, su clase de hombre diferente, con una técnica depurada para manejar la pelota y su aporte fue indispensable en una temporada, como fue la de 2022, donde San Patricio fue un protagonista casi excluyente ya que disputó tres finales y se quedó con dos campeonatos.
Siempre fue un jugador callado, muy correcto en su comportamiento, que hacía todo sencillo, como si le saliera naturalmente, de formidable cabezazo en las dos áreas y con una estupenda pegada de zurda que le permitió anotar muchos goles determinantes con tiros libres ejecutados de manera perfecta.
Ya con la esperanza definitivamente agotada de que Rodrigo Gómez vuelva a jugar, no queríamos dejar pasar por alto la oportunidad de ofrecer esta pequeña semblanza a manera de humilde reconocimiento por los servicios prestados para todos los amantes del fútbol de San Antonio de Areco.