Ayer, ante más de 450 personas que colmaron las tribunas del centenario Estadio Enrique Fitte, Rivadavia y San Patricio igualaron 1 a 1 en el partido de ida por los cuartos de final del Torneo Apertura 2024 que organiza la Liga Deportiva.
El clásico fue apenas discreto, parejo, con dos equipos que midieron al centímetro cada movimiento para no regalar nada y que se reservaron las emociones para los minutos finales de la contienda a tal punto que durante muchos pasajes el marco popular superó largamente el cuadro que ofreció el juego realizado por ambos contendientes.
Esta vez Rivadavia se plantó con dos líneas de 4 bien ordenadas más Joaquín Hernández y Tomás Gallardo como cartas ofensivas. En ese esquema, Bautista Leguizamón, Tomás Di Filippo, que sobró como líbero, Román Sánchez y Valentín Griguelo trabajaron en el fondo en tanto que Tomás Martínez, bien tirado a la raya derecha, el experimentado Nicolás De Renzo, Laureano Leguizamón, que se encargó de armar la salida por el medio y Matías Oyanguren conformaron un cuarteto de volantes que congestionó el tránsito por una zona central disputada casi palmo a palmo con un rival que no escapó de la lucha fervorosa.
En San Patricio retornó Álvaro Gómez y compartió la zaga con el capitán Nicanor Basavilbaso mientras que Pedro Cóncaro y el potente Francisco Simionato cubrieron los laterales. Delante de ellos se movió con firmeza Federico Menconi, permanente asistido por Matías Pigretti, que luchó más de lo que jugó y Martín Gignat, que tras redondear un interesante primer tiempo se fue apagando y terminó expulsado a los 36 minutos del complemento. El ahora calvo Juan Bolea, rodeado de casacas panzanegra, trató de ser el gestor de las maniobras de ataque para abastecer a los veloces Diego Pollier y Manuel Blanco, que fueron bien custodiados por los defensores de la avenida Vieytes.
Poco para ver y todavía menos para destacar en toda la primera etapa más allá del orden colectivo que los dos conjuntos mostraron, la experiencia de De Renzo, la presencia de Menconi, la seguridad de Brian Rivello, la buena técnica del Chinito Leguizamón y la solvencia de los centrales del elenco del trébol son las anotaciones que quedaron en nuestra corta lista de apuntes.
Poco había cambiado en el segundo tiempo hasta que a los 21’ el interminable goleador Joaquín Hernández trazó una notable diagonal para ir a buscar un envió larguísimo de Leguizamón y con un estupendo cabezazo marcó el 1 a 0.
Hasta allí no se habían sacado ventajas porque todo era muy equilibrado, con imprecisiones, con mucho respeto por el poderío del contrario, con cierto temor a equivocarse, como si los dos jugaran con el freno de mano puesto esperando la revancha para definir el duelo pero tras el gol vino lo mejor porque a los 36’ se fue expulsado Martín Gignat y en ese tramo final entró en escena Blanco para hacer valer todo su talento en el momento más complicado para San Patricio, que con un hombre menos estaba resignando también un prolongado invicto.
Con 10 jugadores, el actual campeón del fútbol local sacó a relucir su chapa, su jerarquía y la riqueza de su plantel porque el ingreso de Lisandro Gignat (que reemplazó a Pollier) le dio un toque de distinción a sus avances y le sumó el socio ideal a Blanco que lastimó en cada corrida profunda por izquierda. Por esa razón los últimos minutos se volvieron vibrantes porque Menconi copó el círculo central, Simionato empujó por su banda, Bolea tiró tres o cuatro gambetas que llevaron su sello y el ya mencionado Blanco trasformó en empate el penal que le cometió el enjundioso Bautista Leguizamón cuando el reloj marcaba 40’.
El empate estuvo bien porque este domingo a la tarde no hubo diferencias de rendimiento entre el que terminó holgadamente primero en la ronda de clasificación, San Patricio y el que entró octavo a la segunda fase de la competencia, Rivadavia, a pesar de que en esa instancia hubo 15 puntos de distancia entre uno y otro. Por tal motivo la definición de la llave está abierta.
Rivadavia: Tomás Del Osa (6); Bautista Leguizamón (6), Tomás Di Filippo (6), Román Sánchez (6) y Valentín Griguelo (6); Tomás Martínez (5) (reemplazado por Andrés Tijerath), Nicolás De Renzo (7), Laureano Leguizamón (7) y Matías Oyanguren (6) (más tarde Alejandro Luque); Tomás Gallardo (6) y Joaquín Hernández (7) (después Diego Ponce). DT: Damián Scarano.
San Patricio: Brian Rivello (7); Pedro Cóncaro (5), Nicanor Basavilbaso (6), Álvaro Gómez (6) y Francisco Simionato (6); Matías Pigretti (6), Federico Menconi (7), Martín Gignat (5) y Juan Bolea (6); Diego Pollier (5) (sustituido por Lisandro Gignat) y Manuel Blanco (7). DT: Germán Mangieri.
Goles: 66’ Hernández (R) y 85’ Blanco (SP) de penal.
Juez: Maximiliano Lombardo.
Expulsado: 81’ Martín Gignat (SP).
Público: 480 espectadores.
La Figura: Federico Menconi (7) de San Patricio.