Anoche, ante cerca de 800 personas que colmaron las tribunas del centenario Estadio Enrique Fitte, Rivadavia la ganó 2 a 1 a Huracán y clasificó para disputar la final del Torneo Clausura 2023 que organiza la Liga Deportiva, instancia en la que enfrentará a San Patricio.
El marco popular le dio un colorido especial al viejo clásico de nuestro fútbol y le agregó una cuota de pasión extra a un primer tiempo vibrante, intenso y emotivo que tuvo en Tomás Gallardo a un protagonista determinante porque el escurridizo centrodelantero fue el autor de dos verdaderos golazos que terminaron definiendo la historia en favor del elenco panzanegra.
Rivadavia dejó libre en el fondo al expeditivo Andrés Tijerath y dispuso de la marca estricta de Román Sánchez, que fue sobre de Marcos Camargo y de Diego Ponce, que encimó a Tomás Risso, en una línea de tres que muchas veces se convirtió en una de cinco porque Bautista Leguizamón y Facundo Tarchini retrocedieron por las bandas para robustecer un bloque defensivo que constantemente contó con la asistencia del capitán Nicolás De Renzo y de Tomás Martínez. Valentín Griguelo quedó un poco más libre, patrullando el callejón del número 10 y Matías Oyanguren, que se movió con libertad, fue el cerebro del equipo y un preciso abastecedor de pelotas en cortada por un Gallardo encendido, casi incontenible, que abrió el marcador a los 19 minutos con un zurdazo furibundo y que más tarde selló el 2 a 1 con una entrada veloz y fulminante.
Huracán jugó muy bien durante esa primera etapa sobre todo cuando pudo hacer prevalecer su mayor fortaleza física y le pudo imprimir a las acciones el ritmo pujante que necesita.
En ese lapso, Marcos Jové trepó mil veces por el lateral izquierdo. Facundo Filipelli pudo desbordar en un par de ocasiones por el otro costado y sirvió centros muy peligrosos. Nicolás Mendizábal trabajó a destajo en el círculo central. El muy dinámico Diego Arce aportó un ida y vuelta permanente para acompañar a los de arriba. El chico Valentín Griguelo fue bastante vertical arrancando por el medio, como un 9 retrasado. Risso complicó con su gambeta y Camargo hizo sentir el poder de su corpulencia y a esta altura su indiscutible clase.
Justamente el atacante mercedino tuvo dos chances netas de gol (una de ellas con un tremendo zurdazo que se estrelló en el travesaño) antes de fabricar la maniobra que terminó en el empate parcial que anotó Arce a la media hora exacta, pero estos argumentos no le alcanzaron para evitar la derrota parcial hasta ese momento.
El complemento fue una historia completamente distinta porque los dos bajaron verticalmente las revoluciones y el trámite se volvió lento y monótono.
El cuadro de la avenida Vieytes retrocedió, se cerró con orden cerca de su área, achicó espacios y prácticamente resignó toda ambición de ataque, más allá de que en un contragolpe aislado Rodrigo Leguizamón estuvo a punto de anotar el tercero.
El Globo tuvo la pelota en su poder a lo largo de casi todo el segundo tiempo pero no encontró la combinación para abrir el cerrojo defensivo que le propuso su rival.
A Huracán no le alcanzó con el empuje de Mendizábal, ni con las trepadas del voluntarioso Jove, ni con la aceleración de Griguelo ni con la fortaleza de Camargo porque se repitió en un avance frontal, generoso pero sin inventiva que casi siempre terminó en un centro anunciado para las manos del seguro Ramiro Ciaffardini, que además le ganó un mano a mano decisivo a Griguelo cuando parecía que el pibe de la Plaza Gómez tenía el empate a disposición.
En el tramo final de la contienda, Juan Rivero apeló al ingreso de Lautaro Echeverri y de Juan Segundo Rossi y sumó a Ramón Basombrío a una ofensiva postrera y corajuda que le puso a la noche arequera un pequeña dosis de incertidumbre pero Rivadavia, que había reforzado su resistencia con la incorporación del zaguero Nahuel Gutiérrez, aguantó a pie firme cada uno de los embates rojinegros y se quedó merecidamente con el triunfo que le permitió llegar a la final del campeonato.
Rivadavia: Ramiro Ciaffardini (7); Bautista Leguizamón (5) (reemplazado por Rodrigo Leguizamón), Román Sánchez (7), Andrés Tijerath (7), Diego Ponce (6) y Facundo Tarchini (5) (luego Nahuel Gutiérrez); Nicolás De Renzo (6), Tomás Martínez (6), Valentín Griguelo (6) y Matías Oyanguren (8); Tomás Gallardo (9). DT: Damián Scarano.
Huracán: Juan Cicarella (7); Facundo Filipelli (6), Ramón Basombrio (6), Joaquín Sills (5) y Marcos Jové (6) (más tarde Juan Segundo Rossi); Diego Arce (6), Nicolás Mendizábal (7 (sustituido por Lautaro Echeverri), Valentín Griguelo (6) y Pedro Basombrio (5); Tomás Risso (6) y Marcos Camargo (7). DT: Juan Rivero.
Goles: 19’ y 37’ Gallardo (R) y 30’ Arce (H).
Juez: Luis Flores.
Público: 800 personas.
La Figura: Tomás Gallardo (9) de Rivadavia.