Mariano Pinedo analizó para Días de Areco la actualidad política de San Antonio de Areco.
Durante la entrevista, el funcionario del Ministerio de Agricultura de la provincia de Buenos Aires vinculó directamente a Francisco Ratto con las políticas de ajuste de Milei al mismo tiempo que señaló que el peronismo debe ampliar la construcción de su espacio sumando a nuevos actores de la sociedad para ofrecer una alternativa que tome posición clara ante cada una de las situaciones de un presente muy complejo desde lo económico y desde los social.
¿Qué análisis puede hacer sobre la actualidad política de San Antonio de Areco?
“El gobierno de Francisco Ratto adhiere a los postulados de ajuste de Milei porque fiscalizó las elecciones para el propio Milei y sigue apoyando ese proceso político, con algunos justificativos pero lo sigue apoyando. La consecuencia de este ajuste, que muchos veían como una panacea y como una salvación, es la carencia absoluta de la capacidad de prestar los servicios sumado esto a la ineficacia de la gestión local marcada por un desprecio a lo público y por el papel del Estado como gestor, como promotor de la actividad comunitaria. Esto Ratto ya lo pensaba y ya lo hacía incluso antes de la llegada de Milei a la presidencia”.
¿Qué otras consecuencias concretas tiene este apopo de Ratto a las políticas de Milei?
“Yo creo que esto redunda en un clima de tensión aunque por suerte nuestro pueblo es pacífico y por eso esta situación no se traduce en otras cuestiones, pero cada vez que alguien reclama por sus derechos, como es el caso de los trabajadores municipales, el gobierno de Ratto se sube a la lógica Milei que es picantearla, para decirlo en términos populares para exponerlos ante la comunidad política nacional y provincial mediante un mensaje de tuiter. Lo que Ratto hace es enfrentar a unos contra otros para ver quién tiene razón pero el gobierno no está para eso sino que debe resolver la situación y esta gestión municipal no resuelve ningún problema. Esa es la verdad, es un gobierno que está sumido en una lógica de pelea pero que no resuelve los problemas que tiene la comunidad. Este es un momento no para pelear sino para resolver”.
¿Cuál debe ser la postura de la oposición o más precisamente del peronismo en este contexto que usted describe?
“Lo que nosotros debemos analizar (porque sí esta es nuestra responsabilidad) es qué fue lo que hicimos mal como para llegar a esta situación. Primero lo debemos hacer hacia adentro, sin grandes flagelos. Tenemos que ver dónde no estuvimos, dónde estuvimos mal, dónde nos subimos también a esa lógica de la discusión, de la picanteada, de la picardía y dejamos de resolver los problemas. Después tenemos que construir una alternativa política lo suficientemente sólida pero no solo con los dirigentes sino con nuestro pueblo sumando a todos los actores y sectores que están viendo cómo los políticos discutimos cosas abstractas. Nosotros tenemos que construir una relación política con todos los sectores de la comunidad y eso se hace con una militancia dispuesta a escuchar. Luego sí, tras esa instancia, tenemos que empezar a hacer propuestas, a tomar posición en los distintos temas, ofrecer respuestas. Repito que lo principal es desarrollar una relación política con nuestro pueblo, entendiendo cada etapa del proceso, sin apurarse ni especulando”.
¿Qué rol piensa ocupar usted en esta etapa política?
“Me gusta el rol de intentar aportar hacia una construcción colectiva y darle o apuntar hacia un rumbo político. Todo esto requiere de mucha formación política, de sumar a nuevos actores a nuestro espacio porque con lo que tenemos no nos alcanza ni de cerca para ganar una elección. Generar participación y diálogo es lo que nos va a dar el punto de partida y hacia donde debemos apuntar con nuestras propuestas”.