En una muy interesante conversación con Días de Areco, Franco Ciaffardini explicó el motivo de la presencia de cianobacterias en las aguas del Río Areco, un tema repetido que preocupa a la mayoría de los vecinos.
Durante la entrevista, el Licenciado en Seguridad e Higiene señaló que más allá de las altas temperaturas y de la falta de lluvias, la razón para el crecimiento de estas algas se origina en el aporte de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, que llegan al curso de agua mediando los vuelcos de las actividades productivas e industriales que aumenten la carga orgánica.
Según explicó Ciaffardini, es necesario controlar los parámetros de esos efluentes para ver si cumplen con las disposiciones legales vigentes y así evitar la contaminación actual del río que según el cianosemáforo de la provincia de Buenos Aires se encuentra en color naranja.
¿Qué paso con este aumento de cianobacterias en el Río Areco?
“Pasa que tenemos otras vez floraciones de cianobacterias, como pasó para la navidad de 2022, que fue cuando comenzó este fenómeno que nos acompañó prácticamente durante todo el verano pasado. El viernes el cianosemáforo de la provincia de Buenos Aires modificó a naranja la situación del Río Areco luego de observar el relevamiento que hizo en los puntos de medición habituales: el Club de Pescadores y la cercanías de las compuertas. Esto significa que aumentó el nivel de peligrosidad y de alerta para las actividades que se realicen en contacto con el agua, por lo tanto bañarse puede tener un alto riesgo para la salud. Entre el 50 y el 70% de las cianobacterias son nocivas y el contacto puede tener efectos adversos, sobre todo cuando están en este nivel naranja porque el grado de peligrosidad es bastante elevado”.
¿Qué rol cumplen el calor y la falta de lluvias?
“Tener varios días sin lluvias y con temperaturas altas favorecen el crecimiento de estas algas. Esta situación hace que se dupliquen o hasta cuadrupliquen diariamente su tamaño y esto va reduciendo la presencia de oxígeno y obstruyendo el paso de la luz del sol. Ese paso de luz es el que permite el desarrollo de la vida acuática pero como esta floración lo impide, esa es la razón por la que aparecen peces muertos entre otras cosas. Es como una bola de nieve o un círculo vicioso que cada vez aumenta más el problema”.
¿Cuál es el origen de estas cianobacterias?
“Básicamente, el origen primario es el aporte o el enriquecimiento de nutrientes en el río, principalmente de fosforo y nitrógeno. Estos dos compuestos no son naturales de ningún cuerpo de agua y cuando hay muchos de estos nutrientes como consecuencia de las actividades productivas e industriales que terminan volcando efluentes en el río se multiplica el crecimiento de estas cianobacterias que son organismos muy sencillos porque se alimentan con ellos y en un día pueden duplicar o hasta cuadruplicar su tamaño”.
¿De dónde provienen estos nutrientes?
“Estos nutrientes provienen de las actividades productivas: fertilizantes y vuelcos industriales con carga orgánica que son cuestiones que aumentan la materia orgánica en el río pero que no están presentes naturalmente en el curso de agua. Este proceso produce el enriquecimiento de nutrientes de un cuerpo de agua, en este caso del Río Areco, que arranca ahí pero que después se va multiplicando en dos líneas: crecen los organismos más sencillos y mueren los que más oxigeno necesitan que son los peces de mayor tamaño. El contexto climático, de calor y de falta de lluvias, también tiene que ver pero si no tuviéramos este aporte de nutrientes no había este nivel de cianobacterias”.
¿Qué se puede hacer para solucionar este problema?
“El río, como naturalmente fluye, tiene una capacidad de autodepuración y se va a ir limpiando. El tema es que si ya pasó el año pasado y aunque después llovió bastante, hoy volvemos a tener el mismo problema. Esto quiere decir que sigue habiendo un aporte de nutrientes con lo cual la posible solución debe estar en verificar los vuelcos en el río para que no siga esta situación. Es ver si tal vez exista un sistema de tratamiento de efluentes que no está funcionando como corresponde y está por arriba de los parámetros permitidos. Creo que la solución para este crecimiento de las cianobacterias es evitar ese aporte de nutrientes para que el nitrógeno y el fósforo no sigan actuando como contaminantes. Luego el río va a ir fluyendo, corriendo y mejorando sus condiciones limpiando esta excesiva cantidad de materia orgánica”.