Las complicaciones que ha atravesado el hospital los últimos días dejan al descubierto algo que distintos sectores vienen remarcando hace rato: el Zerboni tiene problemas graves de todo tipo. Desde los techos que se llueven en cada tormenta, como se vio en videos que se viralizaron durante la última inundación y en lluvias anteriores, a problemas con el suministro de gas por estos días de bajas temperaturas.
Mientras Ratto invierte millones y millones en la ampliación del área crítica en plena zona inundable, el hospital se queda sin gas por obras deficientes o se llueve en distintos sectores. En las últimas horas, por el corte del gas, la cocina del nosocomio se tuvo que trasladar a la sede del Club River para garantizar las comidas de quienes están internados. Además, con la inundación se deterioraron equipamientos clave como los de lavandería, lo que obligó a que la ropa de cama deba ser higienizada en el Hogar San Camilo.
Desde hace tiempo ya que el bloque opositor en el Concejo Deliberante ha llamado la atención sobre los problemas en el hospital. Los concejales se pusieron a disposición del Municipio para tratar de dar respuestas a la situación y pidieron informes sobre las fallas y los proyectos de reparación. Nunca obtuvieron respuestas.
También vecinos enviaron preguntas sobre el estado del hospital y tampoco recibieron respuestas, ni en sesiones ordinarias del Concejo, ni en la rendición de cuentas.
La gestión Ratto ha sostenido una y otra vez que la salud es su bandera y que por eso encara la ampliación del área crítica con aportes de privados. Pero mientras lleva adelante este proyecto faraónico, las partes del Zerboni que sí funcionan, lo hacen en condiciones cada vez más complejas. Goteras que son cataratas, falta de luz, problemas en las cloacas y con equipamiento básico son moneda diaria.