Esta mañana temprano, ATE y la mayoría de los trabajadores de salud del Municipio comenzaron una jornada de paro por 24 horas en reclamo de un aumento de salarios del 35% hasta septiembre y de continuar con las negociaciones paritarias abiertas.
Como primer paso montaron una carpa en la esquina de Moreno y Lavalle y armaron una olla popular. Luego, cerca de las 10, marcharon hasta la Intendencia bajo la consigna “salarios dignos ya”. Los manifestantes, que portaban bombos y las clásicas banderas verdes de ATE, ingresaron al patio de la municipalidad, luego dieron una vuelta en torno a la plaza Ruiz de Arellano y también entraron al edificio del Concejo Deliberante.
Antes de regresar al hospital hicieron una asamblea en la cual, votando a mano alzada, resolvieron por unanimidad convocar a una nueva medida de fuerza para la semana próxima, esta vez de 48 horas, si el gobierno de Francisco Ratto no abre un canal de diálogo y no da una respuesta positiva a sus pedidos.
La adhesión del personal del hospital Emilio Zerboni al paro activo fue masiva, ya que se sumaron enfermeras, mucamas, cocineras, ambulancistas, auxiliares, técnicos y hasta médicos de guardia. Acompañaron la movilización, pero en un número menor, algunos empleados del área de turismo, archivo, cultura, arbolado público y cementerio, entre otros.
Una mirada detallada sobre la jornada nos permite hacer el siguiente análisis:
A esta altura de los acontecimientos son claros el quiebre y las diferencias que existen entre los gremios. Ni UPCN ni el Sindicato de Trabajadores Municipales participaron de la medida de fuerza. Tampoco lo hicieron los empleados del Corralón ni de otros sectores de la administración pública municipal que aceptaron la pauta salarial propuesta por el Ejecutivo: una suba para el segundo semestre del 20% a pagar en cuatro tramos del 5%.
El peso del paro recae en el personal de salud que lleva adelante y sostiene un reclamo de mejoras de salarios desde septiembre de 2020. Al principio, cuando aflojó el primer confinamiento por la pandemia de Covid, arrancaron como autoconvocados, pero más tarde encontraron en ATE la representación sindical que articulara sus pedidos.
En una contradicción manifiesta, el proyecto millonario del gobierno de ampliar el Hospital Zerboni (con la construcción de quirófanos y salas de internación de terapia intensiva) choca de frente con el bajo sueldo que cobra el personal de salud. Lo mismo ocurrió durante la pandemia porque mientras San Antonio promocionaba su “modelo propio” para atender la crisis sanitaria mundial, en mayo de 2021 los trabajadores de salud marcharon en reclamo de un mejor salario. No se puede entender el postulado “la salud es nuestra prioridad” mientas se pagan salarios de pobreza.
Aún con los últimos aumentos, el salario básico promedio de los empleados de salud ronda entre los 27 mil y los 32 mil pesos mensuales.
Por lo visto en el transcurso de este martes 12 de julio es evidente que el conflicto planteado no ha terminado acá y que seguiremos viviendo momentos de alta tensión en torno a la discusión sobre los salarios municipales.