En una entrevista a fondo con Días de Areco, Florencia Mendizábal señaló que es indispensable construir consensos con el vecino para establecer las prioridades de una gestión de gobierno participativa.
La candidata a Concejal por Unión por Areco manifestó que esa búsqueda constante de consensos es el principal objetivo de la propuesta que encabeza Agustín Casares, que además es puramente realista y alejada de las mentiras.
Mendizábal agregó que sustenta esta necesidad de involucrar a la sociedad a la hora de tomar decisiones en la experiencia que sumó cuando estuvo a cargo de la Dirección de Cultura y aseguró que no se debe dejar de lado el diálogo permanente y trasversal con el vecindario para conseguir mejores resultados en la trabajo diario de la administración pública local.
¿En una futura gestión de gobierno de Agustín Casares, qué importancia va a tener la búsqueda de consensos con los todos los sectores de la sociedad?
“Para mi es inevitable buscar consensos. Te diría que no podemos pensar de otra manera si me pongo a repasar nuestra experiencia de gestión y veo que cometimos errores que nos generaron un costo político importante siendo un gobierno que aportó mucho para San Antonio de Areco en obras de infraestructura y en otros niveles, pero nuestra falencia fue la misma en la que incurren muchos políticos. Me refiero a que en nuestro segundo mandato se achicó este trabajo transversal de conversación permanente con todos los sectores sociales para tomar decisiones y para encarar acciones. Muchas cosas las hicimos sin buscar el consenso de los vecinos y vecinas y puedo poner unos cuantos ejemplos de esto”.
¿Qué mecanismos se deben poner a funcionar en la construcción de esos consensos?
“Hay cosas que a uno se le pueden ocurrir porque le parece que están buenas pero cuando te sentás a hablar con los sectores del pueblo que vos crees que van a ser los favorecidos con esa obra o con ese aporte, te dicen ‘la verdad que no, que yo prefiero otra cosa y para nosotros las prioridades son otra’. Hace unos días tuvimos una reunión muy interesante para tratar temas de discapacidad y salud mental, cuestiones que son fundamentales y para las cuales estamos buscando una plataforma de trabajo que sea sustentable, más fuerte, con mayores recursos, administrando mejor lo que tenemos, estrechando vínculos con la provincia como refuerzo. Pero sigo pensando lo mismo y lo hacemos en diálogo permanente con los sectores involucrados, con los familiares de personas con discapacidad porque ellos son los que saben lo que necesitan. De nada sirve hacer un súper proyecto si no tenemos ese consenso”.
¿Suena simple lo que le voy a decir, pero la administración pública, la gestión de gobierno debe tener una mayor empatía con el vecino?
“En la administración pública hay que trabajar mucho en la empatía. Eso me pasa todo el tiempo en la oficina de ANSES porque hay que escuchar, hay que entender a las personas para allanarles el camino, para hacerles más fácil el trámite. Estamos luchando para achicar la burocracia porque vivimos en una era digital y hay maneras para mejorar el proceso de los trámites porque la gente se agobia y se cansa. Tenemos que fomentar el diálogo y la integración entre las personas que están haciendo una demanda para que trabajen con nosotros, para que aporten sus ideas y compartan el proyecto. Los políticos no somos iluminados con ideas geniales para solucionarle la vida a la gente. Hay que desmitificar ese concepto porque el político le puede arreglar una calle, mejorar la sala para la atención de la salud, eso sí lo puede hacer, pero no cambiarle la vida a la gente. Desmitifiquemos esas cuestiones, que yo no sé si son de la vieja política de vender cosas que no son ni viables ni reales. Es momento de ser muy realistas con las propuestas. Debemos ir contra las mentiras, con un realismo puro diría. Sabemos que es un trabajo arduo, pero es necesario tener varias reuniones con los sectores involucrados en cada cosa que se va a organizar desde la gestión de gobierno para hacerlo en conjunto y con el consenso de la gente. Esto lo aprendí en mi paso por la Dirección de Cultura, que hay que tener a la gente adentro de la organización. Es algo cansador, desgastante, pero el resultado final es que el evento o la política cultural deja conforme a todos”.