Hace rato ya que Cristián Ocaranza jugaba en San Antonio, pero a mediados de 2021, con la llegada de Enzo Canali, pudo explotar todas sus condiciones de volante externo, con un incansable ida y vuelta por la banda derecha y su aporte fue clave en la buena campaña del elenco albiceleste que llegó hasta el Repechaje, instancia en la que perdió ajustadamente ante San Carlos.
Este verano la institución de la avenida Güiraldes conmovió el libro de pases con muchas incorporaciones para reforzar su plantel. Por eso, durante el torneo nocturno Ocaranza jugó poco, por lo general ingresando en el segundo tiempo. Sin continuidad, fue perdiendo ritmo, se fue apagando y hasta se quedó sin la titularidad que parecía segura.
En el Apertura, con un grupo tan numeroso de jugadores, a Canali le costó encontrar la formación ideal y el funcionamiento colectivo. De arranque perdió puntos importantes y recién pudo mejorar su rendimiento en las últimas jornadas, cuando ya clasificar era casi un milagro, aunque sobre el cierre de la primera ronda consiguió un par de victorias revitalizadoras de cara al futuro.
Esa mejoría de San Antonio se apoyó en varias razones, pero una de ellas fue el retorno de Cristian Ocaranza a su nivel. Rápido, dinámico, moderno en su concepción futbolística, con los pulmones siempre llenos de aire, bien abierto sobre la derecha, punzante para ir al ataque, ordenado para volver a posiciones defensivas fue un hombre clave en las victorias ante Villa Manchi y Rivadavia, cotejo en el que fue una de las figuras.
Ahora sorprendió con su pase a Huracán, que también confirmó el regreso de Diego Arce, club donde va a jugar durante el segundo semestre de la temporada 2022.