Para inaugurar 2023 en materia de análisis político, Santiago Gasparro habló sobre la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía.
A lo largo de la entrevista, Gasparro, que es licenciado en relaciones internacionales, apoyó su opinión en cuatro ejes principales: el panorama económico actual, los logros obtuvo hasta ahora y los retos que debe enfrentar el ministro, la economía en la calle y el futuro en un año electoral.
¿A grandes rasgos, cuál es el panorama macroeconómico hoy?
“Es frágil. Existen tres problemas fundamentales: la inflación, la deuda pública y la falta de reservas. La Argentina afronta un cuadro de aumento de precios galopante, 92.4% (fuente BCRA) acumulado durante 2022 lo que impacta de forma directa sobre el bolsillo. A su vez, Economía enfrenta de forma mensualizada vencimientos de deuda pública, es decir, de activos públicos como bonos, letras, letes, leliqs, entre otros, cuyo pago se logra con un nuevo fondeo o rollover, emitiendo nueva deuda donde se paga cada vez más interés con el objetivo de atraer inversores en un contexto de quebradiza confianza. Para tener una idea de la magnitud, el total de pasivos en cartera cuadruplica la base monetaria en circulación lo que quiere decir que, si por falta de confianza el Estado no logra colocar nuevas emisiones, se vería obligado a imprimir los pesos necesarios para pagar a los acreedores, con lo cual, el peligro de un estallido hiperinflacionario siempre está latente. Por último y vinculado a las dos variables anteriores, la siempre difícil situación de acumular reservas internacionales. Actualmente, las mismas se encuentran en el límite de los USD 38.000 millones, a saber, que la disponibilidad liquida o libre serían unos USD 7.000 millones. Es importante para el BCRA contar con “poder de fuego”, reservas, para robustecer la confianza de margen de maniobra ante eventuales corridas cambiarias. En síntesis, nuestro país es un paciente en terapia intensiva, intentando sobrevivir un día a la vez”.
¿Cuáles son los logros y los retos de la administración Massa al frente de Economía?
“Sin dudas, el principal logro de Sergio Massa como Ministro de Economía fue evitar el colapso del gobierno del Frente de Todos. Políticamente fragmentado y con un vacío de poder, la coalición gobernante tardó demasiado en acomodarse tras la renuncia de Martin Guzmán, situación que agudizó el cuadro devaluatorio, inflacionario y especulativo. Tras el breve interinato de Batakis, Massa le aportó al ministerio espalda política y vocación de consenso con vistas a generar nuevas reglas de juego que permitieran un respiro general. Su programa se basa en un gradualismo heterodoxo, donde el ajuste fiscal sigue siendo el eje principal del programa, aunque con matices como reapertura de paritarias, precios justos y bonos de suma fija con vistas a recomponer el poder adquisitivo de los sectores trabajadores. Después, en cuanto a los principales retos que debe afrontar Massa, tienen que ver con variables especificas propias de la economía nacional como mencionamos en el primer párrafo, pero sobre todo con la articulación de consenso con sectores estratégicos, es decir, mantenimiento del “dólar soja”, revisión de acuerdos de precios con grandes supermercados y sobre todo, diálogo constante con organismos de crédito internacional como el FMI, el Banco Mundial y el bilateralismo con emergentes (China y la renovación del swap de divisas). Sin omitir, la urgente necesidad de fondeo en un año electoral y con pronósticos reservados de la coyuntura global”.
¿Que se dice de la economía en la calle?
“En el plano general, el Plan “llegar” de Massa va resultando. Sin embargo, puede notarse un agotamiento generalizado en la calle respecto a la situación. Prácticamente desde 2018, la clase media y trabajadora viene perdiendo poder adquisitivo. Aunque existe un repunte productivo y de consumo, el endeudamiento familiar tuvo un fuerte incremento. Lo primero a resolver según el nuevo equipo económico son los precios de los alimentos y de los productos esenciales, aunque la quita de subsidios a las tarifas y las actualizaciones en los precios de los combustibles, hacen casi imposible de alcanzar este objetivo”.
¿Cuál es la proyección de cara a 2023?
“Al problema de los fuertes vencimientos de deuda hasta el mes de septiembre se suma, la falta de reservas y el agravamiento por la sequía y la especulación por la exportación de granos. El oficialismo no llega en una buena posición al 2023, dado a que los importantes logros cosechados durante la pandemia y el manejo de la crisis local entremezclado con la turbulencia global, no pueden disipar el descontento popular por el constante aumento de precios. Otra variable, es la política, donde claramente Sergio Massa aparece como una figura clave del Frente de Todos, constituyéndose como la síntesis entre los distantes espacios convivientes, kirchnerismo – albertismo, con importante espalda política, respaldo de elites empresarias y el pragmatismo que se requiere para conducir los designios del país. El panorama local, es un “día a día” en donde la realidad se “come” absolutamente todo. Por esa cuestión, al faltar mucho tiempo, todo puede pasar y los riesgos son grandes, en cualquier momento puede articularse un nuevo golpe de mercado, una corrida cambiaria y la dinámica judicial, puede influir de lleno en el devenir electoral”.