Nicanor Basavilbaso es el gran ausente de esta etapa definitoria del Torneo Apertura porque expulsado en los últimos minutos de la revancha ante Rivadavia por los cuartos de final, el capitán de San Patricio recibió tres fechas de suspensión y su ausencia se sintió en el cotejo de ida que River Plate ganó por una diferencia importante de tres goles.
Basavilbaso debutó en Primera División en 2009 y si bien es cierto que recién se asentó como titular unos años después, acumula experiencia, don de mando, personalidad, oficio, inteligencia y es dueño de una técnica depurada para manejar el balón y convertirse en salida limpia desde el fondo.
Además cabecea en las dos áreas y le pega muy bien a la pelota parada lo que le otorga a su cuadro una variante ofensiva muy valiosa.
La semana pasada Germán Mangieri intentó reemplazarlo con Álvaro Gómez esperando en la cueva y con el joven Mateo Alonso saliendo a tomar la marca del astuto Santiago Cicarelli y más tarde hizo retrasar a Federico Menconi, que en alguna oportunidad se desempeñó como primer marcador central, pero el funcionamiento colectivo de la retaguardia verde amarilla se resintió por la falta de Basavilbaso que parece ser un hombre difícil de sustituir.
Nicanor tampoco estará esta tarde ante los de la Plaza Belgrano y fue citado a declarar por el tribunal de disciplina en una reunión que se llevará a cabo este lunes 5 de agosto.