El reconocido músico Charly Zaldívar charló con Días de Areco sobre la preocupante situación que atraviesan los trabajadores de la cultura en Areco.
El guitarrista apuntó que el Municipio no solo no organiza eventos sino que además paga honorarios muy bajos. También se refirió a algunos privados que, sostuvo, se aprovechan de los músicos y no los tratan como corresponde.
¿Cómo ves la situación de los músicos hoy en Areco?
“Creo que los músicos estamos dentro de lo que le está pasando a todo trabajador en la Argentina de hoy en día, pero en San Antonio de Areco se nota además una seria inactividad. He hablado con otros músicos y coincidimos en que ha quedado muy atrás el tema del cachet que paga el Municipio y además faltó muchísima actividad durante el invierno, prácticamente no hubo actividad cultural. Desde lo privado entendemos que la situación está complicada, que tienen márgenes muy cortos, pero el Municipio tendría que ponerse las pilas, más aún sabiendo que su representante político en la Nación ha recortado un montón de cuestiones culturales. Teníamos la esperanza que San Antonio de Areco fuera la excepción porque tenemos uno de los pueblos más importantes de la provincia de Buenos Aires y del país, con muchísimo turismo en teoría. Y digo en teoría porque no se trabaja mucho para traer al turismo, es como que estamos sentados acá esperando y no se pinta, no se arregla, no se acomoda, no se organiza”.
¿Qué pasa con las contrataciones de parte del Municipio?
“El municipio tiene obviamente unas reglas a seguir que incluyen que uno tiene que estar dado de alta como proveedor y facturar. Es engorroso presentar los papeles pero algún amigo siempre nos da una mano. Pero si por ejemplo sos un músico nuevo y sos monotributista, tenés que ir a contaduría, darte de alta como proveedor, esperar los 30 días para tener esa alta para después sí poder facturarle al Municipio y cobrar a los 45 días. Además hay un tope de precio. Particularmente he pasado precios normales para el cuarteto de L’Grela, por ejemplo, y me han ofrecido menos de la mitad como tope de un posible cachet. A eso hay que sumarle que todos los precios se fueron al diablo en general y así te achiques, el dinero no alcanza”.
¿Esta misma situación pasa en otros Municipio?
“No y pongo siempre el ejemplo de Capilla del Señor porque, aunque en el invierno también aflojó, suelo tocar allá. Se ha recortado mucho, pero ese Municipio así y todo organiza, tiene sus fiestas, diversos eventos. Si bien los trámites son similares, cuando envíe la primera factura ellos mismos se encargaron de hacerme el alta como proveedor, tardaron 15 minutos. Después, cuando se acercaba la fecha de mi actuación, me pidieron los datos para depositarme el pago antes, así podía ir a tocar tranquilo. ¿Cómo puede Capilla trabajar así y Areco no?”.
¿Qué pasa con los privados y sobre todo los eventos que se organizan en locales gastronómicos?
“En tantos años de músico (estaba sacando la cuenta que son casi 27 años de guitarrista porque arranqué los 11 años con mi tío Marcelo y mi padre Carlos) siempre he tocado e incluso con gusto lo he hecho gratis. Desde los 11 años estoy pasando por algún escenario y estudiando música. También he podido estar gracias a Dios tocando en distintas partes del mundo y siempre hay una cuestión de hombría, de tratar al músico como corresponde. No pedimos un trato preferencial sino que, cuando lleguemos temprano podamos probar sonido, tener nuestra mesa, comer y tomar algo. Son atenciones normales en todo el mundo que tiene que tener el contratante, la persona que te convoca, sobre todo cuando uno cobra a través de un derecho espectáculo, lo que quiere decir que quien te contrata no pone nada realmente de su bolsillo, sino que te presenta en su lugar y vos tenés que cobrarte el derecho de espectáculo por las mesas, cosa que a ninguno de nosotros de los músicos se nos caen los anillos de hacerlo. Pero lo que se hace en todo el mundo es que al músico se le cobra lo que consume al costo”.
¿Esto pasa en muchos lugares o es en uno en particular?
“Hay diferentes lugares acá en Areco donde se organizan espectáculos pero hay uno en particular que a mí me hace mucho ruido y no me gusta, al punto que ya no voy a tocar ahí, porque no te dan nada, te cobran todo y de los músicos tenemos que hacer todo, lo único que ponen es el sonido, y uno termina casi perdiendo plata por ir a tocar. Vemos un nivel de avaricia terrible, porque esa noche en particular, si no había música en vivo, el boliche no se llenaba, es decir que el músico le genera dinero al privado y el privado no tiene ni siquiera la educación de tener una atención o agradecimiento hacia el artista que le salvó la noche”.
¿Cuál te parece que sería la solución para todo esto?
“Nadie es necio acá y sabemos la situación del país, sabemos que está complicado, que la gente está llegando justito a fin de mes, pero el Municipio tiene un presupuesto para cultura y turismo que hay que gastarlo y de ahí pagarles a los músicos. Nos vemos atados de pies y manos para poder cobrar más y para salir a tocar, porque hay muy poca actividad. Es sentido común y hospitalidad. Está el privado que no te da nada, muestra su avaricia, te cobra y quiere ganar dinero con vos, que le llenaste el boliche. Cada uno maneja su local y su boliche como quiere, pero hay formas y respeto. Vengo de la familia de músicos y siempre fue así”.