Anoche, carca de un centenar de empleados municipales rechazaron la propuesta de aumento de salarios que propuso el gobierno municipal. La votación arrojó un resultado de 39 votos contra 24. La mayoría también se pronunció en mantener el pedido aprobado en la asamblea de la semana anterior: un 35% de mejora y abrir nuevas negociaciones en septiembre.
La propuesta que por la tarde había comunicado de manera oficial el Jefe de Gabinete, Miguel Amadeo, consiste en un aumento del 20% en 4 cuotas del 5% para cerrar el segundo semestre. En un sueldo básico de 30 mil pesos, el promedio de lo que cobra un trabajador del municipio actualmente, significa una suba de 1500 pesos por tramo, el equivalente a 5 kilos de pan.
Con esta pauta, el Intendente Francisco Ratto pensaba cerrar las paritarias 2022 con un aumento global del 45%, considerado el 25% otorgado hasta junio.
La reunión fue tensa, con discusiones subidas de tono, pero refleja con nitidez el panorama vigente en una lucha encarnada por pobres contra pobres: la conducción del Sindicato de Trabajadores Municipales y de UPCN mantienen su posición cercana al oficialismo y con el apoyo de un sector del Corralón apostaron a que la asamblea aceptara la propuesta del gobierno.
Por otro lado, ATE y principalmente las trabajadoras del área de salud, mantuvieron su actitud más combativa en defensa de los derechos de los empleados y finalmente lograron hacer prevalecer su postura. Vale recordar las manifestaciones públicas que las enfermeras del hospital Emilio Zerboni realizaron en el pico más alto de contagio de la pandemia de Covid (septiembre de 2020 y mayo de 2021) para que se considerara su situación salarial, en muchos casos con sueldos que están por debajo de la línea de la pobreza.
Tal es el clima que se vive, que a última hora de ayer ATE publicó en redes sociales el manuscrito del acta de la asamblea ante la posibilidad de que los otros dos gremios firmaran el acuerdo con el gobierno más allá de lo expresado por la mayoría de los presentes con su voto. Este hecho certifica la ruptura de la frágil unidad sindical que parecía haberse alcanzado en las recientes negociaciones.
El próximo miércoles 6 de julio habrá una nueva reunión de los gremios con el Departamento Ejecutivo para seguir tratando el tema.
Como saldo de lo ocurrido podemos decir que el macrismo local ha trasladado su concepción de la sociedad hacía el interior de la administración municipal. Esa visión considera a la desigualdad como algo natural (en el caso concreto de los trabajadores municipales con la entrega de bonificaciones para un núcleo selecto con la finalidad de sostener y profundizar el ajuste sobre los salarios del 80% de la planta de empleados) y al enfrentamiento como la manera más conveniente para acumular poder político porqué está convencido que la mayoría de los votantes están de su lado de la grieta. El resultado de las elecciones de 2017, 2019 y 2021 parece darle la razón. ¿Será así para siempre?