La falta de mantenimiento de parte del municipio sigue notándose en cada rincón del pueblo. La avenida Quetgles se suma a las calles minadas de pozos y en su intersección con Moreno, se ha abierto un bache profundo, que obliga a que autos, motos y bicicletas tengan que desviarse para tratar de evitarlo.
El pozo se generó justo en la unión de distintas partes del asfalto y se fue profundizando con el paso de las semanas. Esa esquina, además, tiene una histórica acumulación de agua, que contribuye a la erosión de la calle y la formación de baches y dificulta la circulación también de los peatones que intentan cruzar.
Los bacheos urbanos han sido durante este año casi inexistentes y, cuando hubo algún tipo de intervención, los trabajos no duraron ni lograron dar una respuesta concreta a los reclamos de los vecinos. La situación se extiende también a las calles de tierra, que si bien han tenido algunas mejoras en barrios puntuales, siguen siendo uno de los principales problemas para los vecinos que deben movilizarse especialmente en días de lluvia.