La calle Martínez no tiene respuesta: la arteria se deteriora cada día y está especialmente destruida en la cuadra entre Alem y San Martín, justo frente al Santa Catalina. Un enorme bache corta la circulación casi llegando a la esquina, pero antes, el asfalto está descalzado en una porción donde se realizó un arreglo hace varios años, que no tuvo mantenimiento.
Por esa zona circula gran cantidad de personas todos los días, especialmente chicos y sus familias que llegan hasta la sede Santa Catalina del Colegio Santa María. La gestión Ratto no ha podido dar respuestas ante el deterioro, que se suma al mal estado generalizado de las calles.
El último arreglo profundo que se dio en esa calle fue a principios de 2019, cuando la gestión Durañona hizo un bacheo con recursos propios. Desde entonces, no ha habido ningún tipo de mantenimiento y el paso del tiempo ha corroído los trabajos y dejado descalzado el asfalto, lo que complica la circulación de todos los vehículos que pasan por la zona.