La antesala de la segunda parte de la temporada futbolística trajo una mala noticia: la confirmación de que Luis Romero volvió a sufrir una seria lesión en la rodilla que lo obliga a someterse a otra intervención quirúrgica.
Luis ya se había operado de una rodilla a principios de 2022 aunque tuvo una rápida y asombrosa recuperación pero en el partido semifinal ante River Plate se lastimo nuevamente, motivo que a los 36 años lo hace pensar en su retiro definitivo de las canchas.
Romero debutó en Primera División en 2002 vistiendo la camiseta de Rivadavia, cuando todavía era Categoría Sub 17 y desde entonces se convirtió en un valor destacadísimo del club de la avenida Vieytes hasta que en 2008 emigró a la Liga de Baradero para jugar en el prestigioso Sportivo, entidad con la que disputó unos cuantos torneos regionales y nacionales. También fue refuerzo de San Carlos en alguna edición del desaparecido Argentino C.
En 2015 regresó a Rivadavia aunque un tiempito más tarde pasó otra vez a Sportivo pero enseguida retornó a la entidad panzanegra, además de registrar un paso breve por Unidos en 2019.
En estos 20 años largos Luisito exhibió su indudable jerarquía para transitar la mitad de la cancha con mucha vitalidad y gran ritmo dejando en claro que era un jugador distinto, de otro nivel que el común de sus camaradas. Entre sus virtudes figuraban en fuerte temperamento, el orden táctico y una facilidad llamativa para pasar al ataque por sorpresa, con largos piques al vacío que dejaban perplejos a los zagueros rivales.
La ausencia de Luis Romero será una baja sensible para Rivadavia y su nombre se va a extrañar entre aquellos que aprecian a los grandes jugadores de nuestro fútbol sin distinción del color de casaca que lleven cubriéndoles el pecho.