Luis Ramírez siempre fue una pieza clave en el ataque de San Antonio, aspecto que ratificó recientemente porque fue el autor del gol de resonante triunfo ante Robles y marcó los dos goles en el valioso empate frente a San Carlos que le permite al club de la avenida Güiraldes mantener chances de clasificar para los octavos de final del Torneo Apertura 2024.
Naldi apareció en 2012 vistiendo la camiseta albiceleste, en esa temporada compartió la fórmula ofensiva con Bruno Díaz que luego pasó a ser figura de Rivadavia de Baradero a nivel regional y desde entonces se convirtió en un verdadero símbolo de la institución, más allá de un breve pasaje por Rivadavia.
De excelente pegada, Ramírez conoce todos los secretos para darle al balón parado con fuerza y justeza y aunque se mueve más como delantero neto recostado sobre la izquierda (ahora mejor acompañado por el regreso de Alexis Quiroga) también se puede tirar atrás para actuar como lanzador y volante de salida.
Si bien es callado, nadie discute que es el líder dentro de la cancha de un equipo que todavía está buscando su fisonomía definitiva mediante el trabajo de la joven dupla de entrenadores que integran Uriel Cicarelli y Walter Pringles, que tras haber ganado en 2023 el campeonato de la categoría Sub 17 con Rivadavia, buscan hacerse un lugar en Primera División.
A esta altura de las cosas, más allá de su perfil bajo, no hay dudas que Luis Ramírez está entre los mejores jugadores de la última década porque es un hombre determinante frente al arco y porque por lo general aparece en escena cuando sus compañeros más lo necesitan.