La UNSADA fue sede ayer de un encuentro con representantes de Los Espartanos, el equipo de rugby integrado por personas privadas de su libertad. Con más de 500 participantes en más de 45 cárceles de todo el país, este programa de la Fundación Espartanos trabaja para bajar la tasa de reincidencia delictiva y favorecer la inclusión social a través del deporte, la educación, el trabajo y la espiritualidad.En el auditorio del rectorado, el encuentro con Santiago Cerutti, fundador y coordinador de programas, y con Alejandro Fernández, jugador de rugby de Los Espartanos fue organizado por la diplomatura de habilidades comunicacionales aplicadas que se dicta en la UNSADA bajo la dirección de Alejandro Arauz Castex.
“Estuve 18 años preso, yendo y viniendo. Me crie con en una familia donde no me faltaba la comida y los abuelos nos sobreprotegían a mí y a mi hermano, pero a los 14 años con rebeldía me fui por mi lado y conocí la droga. A esa edad fue la primera vez que estuve preso», contó Fernández, que actualmente recuperó la libertad y trabaja en el área social del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, acompañando a personas en situación de calle.Además, relató que “estaba en el peor pabellón. Éramos 15, no había focos de luz, todo oscuro, horrible. Cuando conocí Espartanos dije «de acá tengo que salir cambiado». Cuando me hablaron de los valores, del compañerismo, del grupo, no sabía lo que era eso. Mi cambio fue cuando aprendí valores. El rugby me cambió la vida y me hizo mejor persona».
Actualmente, Espartanos tiene equipos de rugby tanto de hombres como de mujeres y hasta formó uno con quienes ya recuperaron la libertad. El programa se replica en 45 cárceles de nuestro país y 16 fuera de Argentina y en 2015 algunos jugadores y organizadores fueron recibidos por el Papa Francisco en Roma.
Espartanos comenzó en 2009 en la Unidad Penitenciaria N°48 de San Martín por iniciativa del abogado y ex rugbier Eduardo «Coco» Oderigo. Hoy, además del trabajo en cárceles la fundación participa de charlas como la de ayer en la UNSADA y difunde la importancia del deporte para bajar las tasas de reincidencia delictiva.