Tras las lluvias de anoche y hoy, los barrios Lecot e Irazú vuelven a ser ejemplo del abandono del Municipio. Una vez más, los vecinos reportaron calles anegadas, prácticamente imposibles de transitar en estas zonas de la ciudad, que surgieron de loteos municipales y cuya infraestructura Ratto no atiende.
En el barrio Lecot, marcado por las avenidas Quetgles y Smith y la continuidad de España, las calles siguen siendo de tierra y están marcadas por grandes huellones. Las cunetas se llenan rápidamente en días como hoy porque el agua no tiene salida y hace casi imposible entrar al barrio sin que los vehículos se encajen.
Los terrenos del Lecot se adjudicaron en el tramo final del gobierno de Durañona, en 2019, como parte de un convenio urbanístico público – privado. Desde entonces se hicieron las obras de agua y cloacas con fondos nacionales gestionados por el mismo Durañona ya en su rol de Senador, pero luego Ratto no logró ningún avance más y ni siquiera hace el mantenimiento correspondiente.
En el Barrio Irazú la situación es similar. Si bien la gestión Ratto hizo el cordón cuneta, la obra dejó inconvenientes en los niveles de las casas en comparación con las calles y recién hace unos días se empezó a colocar algún tipo de mejorado tras años de insistencia de los vecinos. Pero hay algo más que llamativo: las piedritas llegan ahora hasta mitad de cuadra por Burgueño llegando a Durán. Terminan justo donde ya no hay más casas pero sí está la obra abandonada del Centro de Desarrollo Infantil.
En medio de estas falencias, Ratto insiste con los loteos. Ahora puso a la venta 42 parcelas en la zona de Soldado Argentino al fondo, parte del desarrollo conocido como de Pannunzio. ¿Si no puede ni siquiera garantizar los servicios y el mantenimiento de los barrios que ya existen, cómo va a hacer con los nuevos que está fomentando? Los antecedentes no son buenos, porque tanto en Villa Lía como en Duggan, donde anunció loteos, no ha habido novedades en cuanto a las obras de infraestructura.