Después de la gran inundación del 26 de diciembre de 2009 empezaron a encararse obras para mejorar el escurrimiento del agua del Río Areco y tratar de mitigar los efectos de las crecidas. En los primeros días de 2010, la Provincia llevó adelante una limpieza del cauce del río, que demandó una importante inversión y fue el primer paso de un abordaje que se extiende hasta nuestros días.
Vecinos y autoridades locales, provinciales y nacionales empezaron a debatir en el Concejo Deliberante acerca de la necesidad de obras hídricas. El proceso fue largo y no sin tensiones, y derivó finalmente en el pedido a la Consultora Serman de la confección del Plan de Manejo Hídrico de la cuenca del Río Areco. El informe, que establece cuáles son las obras que deben hacerse, fue entregado a la entonces Intendenta Estela Lennon ya en el último tramo de su gobierno.
Fue Francisco Durañona, ya como Intendente desde finales de 2011, quién encaró la construcción de las obras con fondos nacionales y provinciales. Primero se completó el aliviador del Puente Gabino Tapia, que se inauguró en diciembre de 2012.
Después, la empresa Usimix hizo el aliviador del Puente Viejo, que incluyó también trabajos para apuntalar el Monumento Histórico Nacional, afectado por las inundaciones. La obra tuvo un presupuesto de $5,2 millones de la época.
A su vez, se comenzó a trabajar en una primera ampliación del puente de la Ruta Provincial N° 41 sobre el río. Tanto la construcción de este aliviador como el del Puente Viejo se vieron afectadas por las inundaciones de 2014 y 2015, que demoraron su avance.
Completados esos trabajos, Usimix debía seguir con el ensanche del río entre el Puente Viejo y el Puente Gabino Tapia, que incluía el retiro de las compuertas actuales y su reemplazo por un sistema de compuertas de goma automáticas. En 2016, cuando estaba a punto de comenzar, el gobierno de María Eugenia Vidal dio de baja esta obra con el acompañamiento de los concejales de Juntos por el Cambio, entre ellos el hoy Intendente de nuestra localidad, Francisco Ratto. La excusa fue la supuesta importancia histórica de las compuertas y del piletón. El entonces titular de Hidráulica de la Provincia, Rodrigo Silvosa, visitó Areco en varias ocasiones y aseguró que las obras no se darían de baja, pero finalmente su promesa no se cumplió.
Al mismo tiempo, habían comenzado las gestiones en Nación para la construcción de una serie de retenciones río arriba. También se suspendieron tras la llegada de la gestión de Juntos.
En 2019, en plena campaña electoral, Vidal anunció la modificación del Plan de Manejo Hídrico sin consultarlo con los vecinos, que tanto habían participado de la confección de la norma, especie de biblia del manejo del río desde 2011. En vez de trabajar aguas arriba o en la zona urbana, comenzó una obra de ensanche del río 12,5 kilómetros aguas abajo. El problema fue que los trabajos comenzaron sin los permisos correspondientes para acceder a las tierras afectadas y cuando Axel Kicillof llegó a la gobernación, se encontró con que la empresa ya no podía ingresar a las zonas donde debía llevar adelante sus trabajos.
Tras infructuosas negociaciones con los dueños de los predios afectados en las que intervino también el entonces Senador Durañona y el Municipio no ayudó a lograr consensos, la Provincia se vio obligada a expropiar esas tierras por vía judicial. Recién en noviembre de 2023 se dio el primero de los dictámenes y el gobierno bonaerense pudo hacerse con la primera de las parcelas. Ahora está a la espera del resto de las resoluciones y deberá renegociar con Ecodyma, la empresa que tiene adjudicada la obra, para retomar los trabajos.