En la nochecita del 21 de septiembre de 1969, la Municipalidad, en ese momento a cargo de Ángel Bernardo Alonso, organizó un desfile de carrozas y reinas para celebrar el Día del Estudiante.
Los alumnos de los colegios secundarios del pueblo se dieron cita en el patio del edificio municipal y desde allí iniciaron un largo recorrido que se extendió por las calles Alsina, Vieytes, Arellano y Lavalle, con una parada frente al palco ubicado en la Plaza principal. Una multitud de vecinos, con una concurrencia similar a la de la fiesta de carnaval, saludó y aplaudió el paso de las carrozas cuidadosamente adornadas.
La jornada concluyó con la elección de la reina de los estudiantes y con un gran baile en el salón de cultura Manuel José de Guerrico, donde actuaron varios artistas en vivo.
Unos días después, una carroza diseñada en conjunto por los clubes Rivadavia, Progreso de Villa Lía, Independiente de Duggan y la Sociedad Española ganó el segundo premio en la Categoría B de la Fiesta Nacional de la Flor, que todos los años desde 1964 se realizaba en Escobar.
Horacio Blanco se encargó de ejecutar los arreglos florales de la carroza premiada que llevó como reina a la recordada vecina Graciela Iribarne, que antes había sido elegida como Miss Rivadavia.
En 1972 la Unión de Entidades Sociales Arequeras (UDESA) y la subcomisión de fiestas municipal patrocinaron un nuevo desfile de carrozas por las calles del centro de un San Antonio de Areco pujante, que en esa época contaba con un puñado grande de instituciones en pleno proceso de expansión social y deportiva.
Luego, la carroza del Club River Plate, un carro romano tirado por caballos de calesita montado sobre un acoplado y cubierto por una ornamentación floral, ganó el primer premio en la Fiesta Nacional de la Flor.
El 30 de septiembre de 1973 las principales arterias comerciales de la ciudad volvieron a convertirse en el circuito del desfile de carrozas como parte principal del programa de la 2° Fiesta de la Flor, el Estudiante y la Primavera de San Antonio de Areco.
En esa oportunidad desfilaron cinco carrozas con sus reinas y princesas. River Plate se llevó nuevamente el premio mayor y después lo siguieron las carrozas de Rivadavia, la del Jardín de Infantes de Duggan, la de la Sociedad Española y la de la Sociedad de Fomento del barrio de la Estación.
Para el cierre de la fiesta se realizó una matiné en el Prado Español donde Alicia Ratto, representante del club Rivadavia, fue elegida como reina de la primavera.
El 7 de octubre del mismo año, la carroza del club Rivadavia, un botín de fútbol gigante, fue premiada con el segundo lugar en Escobar y la de River Plate, un pintor con su caballete, se quedó con el tercer puesto de la prestigiosa competencia nacional de la flor.
Estos desfiles se perdieron con el tiempo y solo quedan latentes en el recuerdo de los memoriosos, que por suerte nunca faltan, pero esas carrozas que le daban vida al festejo del Día del Estudiante y que ganaban el interés del vecindario luego se mudaron al carnaval y fueron el origen y el motor esencial para la creación de la categoría carrozas alegóricas en la fiesta popular por excelencia de nuestro pueblo.
Ese es el legado que dejaron aquellas añejas y bien pueblerinas celebraciones del Día de la Primavera de finales de los años 60 y comienzos de la década del 70.