Unidos y River Plate llegaron a la final del Torneo de Verano (dos veces suspendida por lluvia) poniendo sobre la cancha estilos de juego muy diferentes.
El cuadro de la calle Sarmiento mostró un orden táctico aplicando con gran disciplina, una gran condición física, oportunismo para definir las situaciones de peligro que fabricó y el buen rendimiento de unas cuantas individualidades como José Aquino, Luciano Aragone, Fernando Silva, el legendario golero Sergio Palavecino, el fornido Matías Gómez e Isaías Cejas que retornó en los últimos cotejas.
En el camino a la definición, el aurinegro disputó 6 partidos con 3 triunfos, 1 empate y dos derrotas.
River Plate, con el regreso de Enzo Canali a la dirección técnica, ofreció un fútbol netamente ofensivo, dinámico, intenso, con muchos jugadores (Santiago Cicarelli, Luis Maggio, Cristián Rodríguez, Alexis Quiroga, Luciano Conti y el lateral Marcos Cisneros) comprometidos en el ataque con un saldo de 11 goles anotados en 6 partidos. Es cierto que por este afán de ir al ataque en ocasiones se descompensa atrás porque queda con un solo volante de marca, por lo general Gabriel Fantilli, pero son riesgos que el entrenador elige asumir.
Hasta acá, el elenco de la Plaza Belgrano se mantiene invicto, con 4 triunfos y 2 empates.
Una cosa segura: en la finalísima que tuvo que ser reprogramada para mañana domingo a las 18hs, viviremos 80 minutos vibrantes, disputados sin dar ni pedir tregua, para conocer quién será el campeón de un certamen que tuvo un respaldo popular enorme, con una asistencia de más de 800 personas de promedio en cada jornada.